Argumentación: di lo contrario diciendo lo mismo o viceversa… y sal siempre ganado

Hacienda-la-Colora

En nuestra anterior entrada, enseñábamos que un recurso muy útil en las discusiones es dar la razón a tu adversario. Hoy vamos a seguir con una serie de recursos argumentativos útiles en los intercambios verbales hablando de la syncrisis.

La syncrisis es un recurso argumentativo mágico porque tiene un poco de metáfora (o de símil) y un poco de antítesis o, como reza en el título de esta entrada, es un recurso que nos sirve para decir lo contrario diciendo lo mismo o para decir lo mismo diciendo lo contrario. De este modo, con este recurso podemos comparar cosas opuestas o establecer distancias con cosas muy similares.

Vamos a explicarnos:

La syncrisis sirve para comparar conceptos (o personas) opuestos para evaluar su valor relativo. Se establece una comparación o equivalencia aparente entre dos elementos para hacer que uno prevalezca sobre otro. Imaginemos conversaciones como estas:

  1. Mira que eres cabezota.
  2. No, no de cabezota nada. Lo que soy es constante.
  1. Luis es una persona muy constante.
  2. ¿Muy constante? Lo que pasa es que es un cabezota.

El primer caso, va a favor del segundo interlocutor. Desde luego, ser constante no es ni siquiera parecido a ser cabezota, pero B ha logrado establecer una equivalencia a su favor entre cosas opuestas. En el segundo caso, ocurre exactamente lo mismo, pero lo contrario (¿veis, ya hemos hecho otra syncrisis): A alaba a Luis por su constancia, pero B. diferencia, comparando, la presunta constancia de Luis con su cabezonería.

Pongamos más ejemplos:

  1. María tiene una capacidad tremenda para conocer y aprovechar las terapias alternativas.
  2. Con este «dominio» de las terapias alternativas, lo que se demuestra es que María es una iluminada.
  1. Lucas es un zote como la copa de un pino. No pilla ni una indirecta.
  2. Hija, no seas bruta. Digamos que es… limitado.

En el primer ejemplo se juega con conceptos referentes al conocimiento: A piensa que María es una persona con gran capacidad, lo que presupone que es una persona inteligente. Sin embargo, B consigue descalificar las terapias alternativas: esa capacidad, de ser un elemento positivo, se convierte en un elemento negativo que no deja a María en muy buen lugar. En el segundo, se matiza un término demasiado violento y despectivo (zote) sustituyéndolo por un término más comprensivo. Hemos de notar que, en este último caso, dependiendo de la pronunciación, también podemos introducir un tercer elemento: la ironía.

En el cuarto capítulo de la tercera temporada de la serie Halt and Cath Fire se utiliza en un diálogo una syncrisis hablando, precisamente, de otros recursos expresivos:

  1. Es una metáfora.
  2. De hecho, es más una alegoría.
  1. Una alegoría es una metáfora.
  2. Jódete.

Entre A y B, se produce una discusión técnica (aunque, de hecho, dentro del diálogo es solo una pequeña anécdota de corte dialéctico). La posición de dominio argumentativo es para A, pese a la interpelación de B. Tenemos, por lo tanto, dos syncrisis: en la primera, B hace notar la diferencia entre metáfora y alegoría (oposición de sinónimos); en la segunda, A deja claro que, pese a ser dos cosas diferentes, una (la alegoría) se engloba dentro de otra (la metáfora). ¿Quién gana? B, A, sin lugar a dudas.

¿Que un político quiere defender un ataque de su ejército? Pues a la interpelación de «Estamos en una guerra» nos dirá «No es una guerra, es una manera de protegernos contra X» y se quedará tan fresco. ¿Que un terrorista quiere justificar sus acciones? Pues le dirá a un periodista que no hablemos de «acción terrorista», sino de «conflicto armado». Por supuesto, se preocupará también de denominar «tregua» al cese de sus acciones. Así utilizará la syncrisis para que todos pensemos que esos términos son sinónimos y que estamos hablando de bandos de un ejército.

En español, tenemos la palabra sincretismo, que tiene el mismo origen. En el DLE ya nos dice que, etimológicamente, significa ‘coalición de dos adversarios contra un tercero’. Los términos, descompuestos, son σύν (‘juntos’, ‘con’) y κρίσις (‘juicio’, ‘crítica’). Por lo tanto, dos cosas que, unidas, sirven para criticar o poner en tela de juicio

Estas entradas tienen un objetivo muy práctico, así que no descenderemos a detalles muy técnicos. Solo comentaremos que, curiosamente, no ha sido muy tratada en el ámbito hispánico, sino que se ha teorizado sobre ella básicamente en el anglosajón. Lo que no deja de ser interesante es cómo, desde un punto de vista semántico, el concepto de sinonimia y de antonimia a veces, aunque parezca una paradoja, están más próximos de lo que parece. O no lo llamemos paradoja; llamémoslo, simplemente, algo que se rige por una lógica… diferente. Y vaya, ya hemos vuelto a la syncrisis

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