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Redacción y escritura académica para docentes

Los días 24, 25 y 26 de noviembre de 2020 imparto, dentro de la programación de los cursos del IFIE de la Universidad de Burgos, un curso titulado «Redacción y escritura académica para docentes». Como puede ser de utilidad para todo el mundo, dejo una sucinta bibliografía sobre el asunto:

  • Cassany, D. (2007). Afilar el lapicero. Guía de redacción para profesionales. Anagrama.
  • Fuentes Rodríguez, C. (2011). Guía práctica de escritura y redacción. Espasa.
  • Gómez Torrego, L. (2009). Las normas académicas: últimos cambios. En Ortografía y Gramática. SM.
  • Gómez Torrego, L. (2011). Hablar y escribir correctamente : gramática normativa del español actual (4a). Arco LIbros.
  • Instituto Cervantes. (2013). Las 500 dudas más frecuentes del español (5a). Espasa.
  • Montolío, E. (Ed.). (2018). Manual de escritura académica y profesional (vol. I y II): Estrategias gramaticales y discursivas. Ariel.
  • Fuentes Rodríguez, C. (2011). Guía práctica de escritura y redacción. Espasa.
  • Pinker, S., & Calles Vales, J. (2019). El sentido del Estilo : La guía de escritura del pensador del siglo XXI. Capitan Swing.
  • Real Academia Española – Asociación de Academias de la Lengua Española. (2013). El buen uso del español. Espasa.
  • Real Academia Española – Asociación de Academias de la Lengua Española. (2018). Libro de estilo de la lengua española según la norma panhispánica. Espasa.
  • Real Academia Española – Asociación de Academias de la Lengua Española. (2010). Ortografía de la lengua española. Espasa-Calpe.
  • Regueiro Rodríguez, M. L., & Sáez Rivera, D. M. (2013). El español académico. Guía práctica para la elaboración de textos académicos. Madrid: Arco Libros.

Trabajando con Microsoft Teams – Introducción e instalación

Qué es Microsoft Teams y para qué sirve

Microsoft Teams es una aplicación de Microsoft especialmente ideada para el trabajo en equipo en empresas o centros educativos. Forma parte del paquete Microsoft 365, que tenemos disponible en la UBU.

Permite realizar videoconferencias colectivas o privadas, utilizar mensajería por chat, compartir documentos y otro tipo de contenido para una clase, trabajar directamente sobre un documento, realizar trabajo colaborativo, así como tener la capacidad de integrarse en otro tipo de aplicaciones.

En el ámbito educativo, tiene la posibilidad de crear equipos de trabajo, establecer conversaciones entre los integrantes de un equipo, mantener conversaciones privadas, gestionar documentos en la nube, utilizar blocs de notas. Además, tiene integradas el resto de aplicaciones de Office 365 como Word, Excel, Outlook, etc.

Se trata de una aplicación multiplataforma, que te permite trabajar desde el ordenador, el teléfono móvil o una tableta.

Utilizar Teams desde el navegador

Es posible trabajar con Teams desde el navegador. En este caso, lo único que tienes que hacer es ir a esta dirección e introducir tu cuenta de correo de la UBU y la contraseña.

Cómo instalar Teams

Vamos a ver cómo instalar Teams de manera muy sencilla en tu ordenador:

Lo primero, vamos a ir a la parte inferior de la página web de la UBU y pinchar en «Correoweb-Office 365».

Después, buscas la aplicación Teams y pinchas sobre ella:

En el caso de que no la veas en esa primer pantalla, ve a la última, «Todas las aplicaciones» y verás esta pantalla:

El proceso ahora es muy sencillo. Lo único que tienes que hacer es descargar la aplicación en tu ordenador. Al abrirla, basta con que pongas como nombre de usuario tu dirección de correo de la UBU y utilices la misma contraseña que se te asignó para emplear en la Universidad de Burgos.

Las (necesarias) Humanidades en el «mundo STEM»

En el último número de la revista Telos, se aborda el futuro de las humanidades en el mundo STEM. Primero, es necesario realizar una aclaración terminológica: STEM es un acrónimo que responde a las iniciales de Science, Technology, Engineering & Mathematics.

En este número, encontramos un interesantísimo artículo de Reyes Calderón titulado «¡Prohibamos las Humanidades!», que nos sirve para glosar algunas de sus ideas y reflexionar sobre ellas en esta entrada.

Este tipo de ciencias, las STEM son las consideradas, en la sociedad actual, como ciencias «duras» (las hard sciences), mientras que existirían las SSH (iniciales de Social Science & Humanities), que serían las soft sciences. Obviamente, la sociedad en la actualidad hace prevalecer la importancia de las STEM sobre las SSH. Mientras las primeras deben ser potenciadas, las segundas quedan en el furgón de cola de la educación, consideradas como un vestigio, un adorno poco necesario.

Unas, al parecer, son las ciencias rigurosas y tangibles, mientras que las otras son una amalgama de subjetividad cargada con palabras, alejada de números y diagramas.

Como entre unas y otras parece no haber color, Reyes Calderón se pregunta qué pintan (o pueden pintar) las SHH en este mundo, en el que todo aquello sobre lo que profundizan es considerado no solo inútil, sino un esfuerzo perdido en detrimento de lo importante. Como dice la autora, esta no deja de ser una controversia, convertida en acrónimos, de la vieja oposición entre Ciencias y Humanidades. La marca distintiva de la preeminencia del mundo STEM viene de esa Tecnología que marca la tendencia de nuestra sociedad, aquella que supone lo que marca el camino del futuro. Por lo tanto, poco puede aprovecharse para el futuro de las SHH frente a las STEM unas disciplinas que se antojan como irrelevantes y desconectadas de los problemas que necesitan una solución tangible. Mientras unas, las «buenas», intentan desenredar, las otras, como afirma calderón, quedan «enredándose en sus propios debates». Sin embargo, esto no hace que carezcan de valor, porque la eficacia directa e inminente no es lo único que importa. El porqué de las cosas es una pregunta de la que, como seres humanos viviendo en una sociedad, no podemos prescindir. ¿De verdad que aspectos tan importantes como las creencias, las mentalidades o el arte no son aspectos esenciales para explicar lo humano? ¿No es cierto que también hay que teorizar y establecer unos principios básicos sobre lo que queremos y hacia dónde queremos llegar? ¿Puede el mundo STEM responder a la pregunta «qué queremos desear»? ¿No sería enormemente peligroso establecer la objetividad de un único punto de vista e ignorar que la realidad es poliédrica y sujeta a distintos enfoques, a distintas interpretaciones? Es cierto que el mundo STEM obedece a criterios muy obvios e inmediatos, ¿pero solo lo obvio e inmediato es importante y aporta valor a nuestro mundo como seres humanos? ¿No necesitamos mecanismos para verificar la realidad que tenemos o que queremos imponer? ¿La palabra no aporta un valor al número o a la estadística?

Por último, Reyes Calderón plantea que a todo el mundo le parece obvio que haya que replantearse el mundo de las SHH para establecer su vigencia y hasta su supervivencia. ¿No deberíamos interrogarnos también sobre la esencia de qué ocurriría en un mundo STEM sin vestigios de las SHH?

Calderón, R. (2019). ¡Prohibamos las Humanidades! Telos: Cuadernos de Comunicación e Innovación112, 10–15. Recuperado de https://telos.fundaciontelefonica.com/telos-112-humanidades-en-un-mundo-stema-autor-invitado-reyes-caledron-prohibamos-las-humanidades/.

La pasión por los tipos de letra

Elegir entre un tipo de letra de «palo seco» o una letra con serifas o remates no es un asunto menor, aunque en algunas ocasiones nos pueda pasar desapercibido.

Para comprobarlo, es muy recomendable la exposición «Idoletrías. Garamond vs. Helvética», que organiza el Instituto Cervantes en la «Caja de las Letras» en su sede central de la calle Alcalá en Madrid del 11 de octubre al 4 de enero.

Además de la exposición, resulta muy interesante ver el programa La hora Cervantes de TVE en el que hay intervenciones muy esclarecedoras e interesantes de lo que aporta el mundo del diseño a la cultura, pero también a nuestro contacto con la realidad en el día a día.

Los tipos Garamond y Helvética son dos de los grandes paradigmas de las formas de mostrar las letras. La primera, Garamond, diseñada den el siglo XVI, es la campeona año tras año en su uso en los libros editados en todo el planeta. La segunda, Helvética, paradigma de la modernidad, creada a mediados del siglo XX, máximo exponente gráfico de lectura clara y limpia y, por lo tanto, muy apta para gráficos y carteles.

Ímprobo y esfuerzo

Últimamente, me ha dado por las palabras. Bueno, por las palabras me ha dado siempre, que son mi oficio, mi beneficio y mi devoción. Y, si no, que se lo digan al nombre de mis blogs, que se van por las aires o se fijan por escrito. Hoy habla de la palabra esfuerzoy sus acompañantes. Claro que nos esforzamos. Es cierto que alguna vez el esfuerzo es inútilo pequeño, pero nos gusta mucho que sea notable, considerable, gigantesco, ingente o tremendo. A veces, nos esforzamos tanto que el esfuerzo llega a ser titánico. Confieso mi admiración por el esfuerzo denodado.

Pero, sin lugar a dudas, la expresión ligada al esfuerzo que más me gusta es el ímprobo esfuerzo… y lo que ha cambiado su definición. En el DRAE de 1780 define ímprobo esfuerzocomo «Lo que cuesta gran trabajo, pero inútil, ó sin fruto». Por lo tanto, nuestro ímprobo esfuerzo era baldío. No sé si a fuerza de esforzarnos o a fuerza de no resignarnos o a fuerza de convertir el agua en vino, los significados cambian y de inútil pasa a significar excesivo en el DRAE de 1817: «Se aplica al trabajo excesivo y continuado»… y continúa así hasta el DRAE de 2001, en el que un ímprobo esfuerzo se convierte en: «Intenso, realizado con enorme aplicación».  Por lo tanto, todos los ímprobos esfuerzos han pasado de inútiles a excesivos, y de excesivos a intensos y aplicados. Será que nuestro esfuerzo lo merece.

Por cierto, que ímproboes algo carente de probidad. Pero ese ya es otro tema.

Imagen de Betsy Streeter.

(Esta entrada ha aparecido primero en mi blog VerbaVolant).

 

Ha muerto Gérard Genette

El pasado 11 de mayo de 2018, moría, a los 87 años, Gérard Genette. Ha muerto uno de los grandes teóricos de la literatura. Decir solamente que es el padre de la narratología es quedarse muy corto. En efecto, algunos de los libros de Genette desentrañan con perfecta maestría el arte de la narrativa. Formado en el estructuralismo, fue uno de los estandartes de la nouvelle critique y aplicó el método formalista con precisión e perspicacia.

He tenido la suerte de bucear con avidez en muchas de sus obras y he pasado tantas horas aprendiendo con su inteligencia que ahora me siento huérfano. Para un devoto de Marcel Proust, que Genette desvelase todos los secretos del arte de narrar a partir de esa obra supuso un descubrimiento placentero. Aquí va un recorrido muy rápido por alguna de las obras de Gérard Genette que más me han influido.

Leí Figures III, gracias a la indicación de un gran profesor de Literatura Universal en la Universidad de Valladolid, Luis Caparrós Esperante. Me acerqué un día a su despacho pidiendo material para aprender más de Proust y me dio la clave de casi todo. La lectura de su Nouveau discurs du récit complementó y agrandó su leyenda.

Interesado por muchos aspectos de la intertextualidad y fenómenos anexos para mi tesis doctoral, por indicación de mi maestro, Tomás Albaladejo, abordé Seuils y, por supuesto, Palimpsestes, obra de extraordinaria agudeza con la que uno se adentra por los vericuetos de las influencias literarias.

Y los aspectos de la enunciación en su vinculación con la pragmática, también para mi tesis doctoral, me abrieron otros caminos de Genette, tremendamente ambiciosos y creo que todavía no suficientemente explorados. Fiction et dictionL’Œuvre d’art (Immanence et transcendance) contienen realizaciones e intuiciones geniales que utilicé, sobre todo con la primera obra, para indagar en el concepto de acto de ficción.

Leer a Genette es un placer y una necesidad para todos los que quieran acercarse a los fenómenos constructivos de las obras literarias y, en general, de las obras artísticas. Así que el mejor homenaje que podemos darle es tenerle siempre presente, con su lucidez, su ironía y su manera sutil de explicar lo complejo. Consiguió crear un sistema conceptual coherente con el que podemos manejarnos de manera fluida en el campo del estudio literario.

(Esta entrada aparecerá también en VerbaVolant, mi blog personal).

 

La diferencia entre presuposiciones e implicaturas

En las teorías pragmáticas, uno de los aspectos que suele causar ciertos problemas a los estudiantes es la diferencia entre presuposiciones e implicaturas (y la división ulterior entre implicaturas convencionales, implicaturas conversacionales –generalizadas y particularizadas–). Las distinciones iniciales, según los postulados de Grice, son relativamente sencillas, pero la cosa empieza a ponerse un poco más complicada cuando se profundiza sobre el tema.

Aunque dedicaremos una entrada específica sobre esta cuestión desarrollando las ideas de Jacques Moeschler, dejamos, al menos, la referencia a un trabajo esencial de este autor para el que quiera leerlo en francés:

Moeschler, J. (2016). Présupposition et implicature: où passe la frontière? En A. Biglari & M. Bonhomme (Eds.), La Présupposition entre théorisation et mise en discour. Paris: Garnier. Recuperado de https://www.unige.ch/lettres/linguistique/files/5414/3135/1803/Presupposition_et_implicature.pdf.

No importan de dónde vienen las palabras – Los anglicismos en el español

Ilan Stavans acaba de publicar un artículo muy interesante en The New York Times sobre los anglicismos en el español de Estados Unidos a propósito de la publicación reciente del Diccionario de anglicismos del español estadounidense, que figura en la bibliografía que remata esta entrada y a la que el profesor del Amherst College se enfrenta de forma crítica.

Como bien dice el profesor Stavans, esto de los extranjerismos en general y de los anglicismos en particular es un asunto que se trata con demasiada ligereza y, muy frecuentemente, desde un purismo muy mal entendido. En Estados Unidos, cada vez es más importante la presencia de una comunidad hispana que junta, asocia y mezcla el inglés con el español y el español con el inglés. Lo que en un principio puede parecer una mezcla dispar, no deja de ser una mezcla heteróclita. Sin más. Natural y ajustada a un contexto, a un momento y a una cultura. Solemos cerrarnos a la entrada de palabras extranjeras en una lengua, pero ignoramos la cantidad de palabras que utilizamos que, en su día, vinieron «de fuera» (o «de dentro», pero de gente «de fuera») y que hoy aceptamos con naturalidad.

Como dice Ilan Stavans, en un país como Estados Unidos, con cerca de 60 millones de latinos, ese contacto de lenguas no es ocasional, sino frecuente y corriente. El hecho indudable es que el español usado en Estados Unidos tiene unas peculiaridades que no solo han de ser estudiadas y reflejadas de forma académica, como ocurre con el diccionario que citamos de Francisco Moreno-Fernández, sino que se legitiman en lo más importante que tiene una lengua: su uso en una comunidad de hablantes. Adaptando una frase del profesor Stavans en el artículo, las lenguas no necesitan una nacionalidad para legitimarse. Como afirma Stavans, «En realidad, no importa de dónde vienen ni adónde van; lo que importa es que digan algo que la gente entienda».

¿Dónde acaba esa influencia mutua entre español e inglés en Estados Unidos? No lo sabemos. Yo diría más: ni lo sabemos ni nos interesa. Lo auténticamente importante es la riqueza de una lengua viva que se usa entre las familias y en la calle. Las lenguas y sus cambios no son un indicio de decadencia, sino de vivacidad y de riqueza. Como dice Ilan Stavans: «Las palabras, como las personas, cambian y se trasladan de un lugar a otro sin importar los muros ni los diccionarios».

Cómo escribir el apartado de conclusiones en los trabajos académicos

Es frecuente encontrarse con trabajos académicos (prácticas, trabajos, incluso algunos TFG o TFM) que no incorporan una conclusión o, si esta conclusión está presente, tiene una estructura y redacción deficientes. Aportamos aquí algunas ideas muy sencillas sobre las conclusiones en los trabajos académicos como orientación para los estudiantes.

El apartado de conclusiones es una de las partes más importantes de los trabajos académicos. Sin embargo, es frecuente que redactemos esta conclusiones de manera poco reflexiva, cuando ya estamos cansados de haber invertido mucho tiempo y dedicación a nuestro trabajo. Al final, escribimos de manera mecánica y rutinaria algunas líneas más como compromiso que auténticamente convencidos de su importancia. Sin embargo, un buen apartado final de reflexiones o conclusiones puede influir de manera muy positiva en la calificación de nuestro trabajo.

¿Qué elementos hay que incorporar en las conclusiones?

En general, podemos decir que en este apartado hemos sintetizar, redactadas de forma clara y sencilla, las ideas más importantes que hemos abordado en el trabajo, desde el planteamiento inicial hasta los resultados que hemos obtenido y la interpretación que puede derivarse de los mismos.

De forma más específica, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Los aspectos más relevantes de nuestro trabajo.
  • La importancia que tienen para el conjunto de una asignatura, una materia, el trabajo que hemos realizado o una línea de investigación.
  • Los logros y aportaciones que hemos conseguido con el trabajo.
  • Los aspectos que creemos que pueden mejorarse o trabajarse con más profundidad.
  • Incluso, podemos incorporar sugerencias sobre posibles maneras de profundizar en estos aspectos en el futuro o alternativas en la metodología o en el contenido que puedan resultar intereantes o significativas.

De alguna manera, las conclusiones tienen que cerrar el círculo que hemos iniciado en la introducción y que hemos ido delineando en el cuerpo del trabajo a través de sus distintas partes. Es importante destacar que no se trata de repetir ideas o datos ya reflejados en el trabajo, sino de efectuar una reflexión final sobre los mismos.Tampoco se trata de un mero resumen del trabajo, sino de la síntesis que relaciona todos los elementos estudiados.

[Dos consejos finales: no hay que añadir en las conclusiones elementos nuevos que no hayan sido tratados en el trabajo y tampoco hay que incorporar bibliografía específica en este apartado].

Bibliografía recomendada:

  • González García, J. M., León Mejía, A., & Peñalba, M. (2014). Cómo escribir un trabajo fin de grado : algunas experiencias y consejos prácticos. Madrid: Síntesis [para los alumnos de la UBU, está disponible en formato de libro electrónico bajo préstamo en este enlace].
  • González García, J. M., León Mejía, A., & Peñalba, M. (2016). Cómo escribir y publicar un artículo científico. Madrid: Síntesis [para los alumnos de la UBU, está disponible en formato de libro electrónico bajo préstamo en este enlace].
  • Regueiro Rodríguez, M. L., & Sáez Rivera, D. M. (2013). El español académico. Guía práctica para la elaboración de textos académicos. Madrid: Arco Libros.

 

 

¿Hará España un papelón este año en Eurovisión? Sobre unas palabras de Edurne

Estaña y Eurovisión son dos términos especialmente peligrosos si se ponen juntos. Las experiencias vividas por todos los eurofans de nuestro país en los últimos tiempos (ya unos cuantos años) están frecuentemente sembradas de esperanza, pero acaban en el choque ineludible y contundente de una clasificación adversa. Pese a que seamos multitud los que no seguimos con fervor este concurso de canciones y países en el que la polémica es frecuente, viviríamos en otro país y en otro mundo si no conociésemos algunos pormenores del devenir de nuestros cantantes.

Este año, después de que cantase el gallo en la última edición (basta poner «Manuel Navarro en Google para que le acompañe este lapsus vocal en el resultado de la búsqueda), parece que España está ilusionada con Amaia y Alfred y su canción (algo empalagosa, a mi modo de ver). Y España entera está con ganas de superar trabas y barreras y lograr una buena clasificación.

En este contexto, aparecen unas declaraciones de Edurne, nuestra representante en 2015 y que ocupó puestos de cola: «Creo que van a hacer un papelón».

Tengo a Edurne por una persona discreta, educada y bienintencionada, por lo que me extrañó mucho leer este titular, así que leo la noticia entera. Todo en sus declaraciones son elementos optimistas y piropos para la pareja y su canción: «me encantan», «tienen magia», «tienen talentazo», «la canción es preciosa». Nada pues, de rencor ni envidias, ni malas palabras. Edurne está segura de que participar en Eurovisión es una ocasión de goce y disfrute en una experiencia difícil de olvidar. Esto último se supone también afirmado en el plano positivo, imagino.

Edurne no dice lo que el titular dice que dice (sí, ya sé que esto es un lío). Lo que afirma Edurne es:

«Estoy segura de que van a hacer un papelón increíble»

Así que tenemos que acudir aquí, de forma inevitable, a la palabra papelón y realizar un breve análisis del término. De forma muy sencilla y breve, no es necesario conocer de manera muy profunda nuestra lengua puede deducir que la palabra papelón está compuesta por papel y un morfema derivativo. Este morfema, a veces, tiene carácter aumentativo. Así, un muchacho guapetón sabemos que es muy guapo, del mismo modo que, si es muy simpático, diremos que es simpaticón. Y así lo concibe, al parecer, Edurne. Por eso, afirma que Amaia y Alfred van a hacer un gran papel. Lo que pasa es que, en español, el sufijo –on tiene muchos otros matices (que no cabe analizar aquí). Pero resulta que, en la palabra papelón, no hay nada de aumentativo, como piensa Edurne. El Diccionario de la Lengua Española define papelón en su cuarta acepción –que es la que viene al caso– como «Actuación deslucida o ridícula de alguien».

Partimos, por supuesto, de que una comunidad de hablantes (o un hablante particular) puede dar el sentido que quiera a una palabra. Una palabra, a través del uso, puede cambiar de significado y puede emplearse con sentidos diferentes. Pero un hablante tiene que conocer también el significado y el sentido que se otorga a una palabra en el conjunto de sus hablantes.

Y, obviamente, hablar de cantantes, eurovisiones y papelones no es lo más adecuado. Lo tenemos que reconocer, a la espera de que Amaia y Alfred hagan un grandísimo papel y que el orgullo patrio brille por esta España que vive cantando… o que vive cuando cantan y ganan sus representantes.

Imagen de Juan Haro Rodríguez.

Esta entrada, publicada primero en ScriptaManent, aparecerá también en mi blog personal, VerbaVolant.