Para Fernando Poyatos, la cultura es el conjunto de hábitos, tanto condicionados por la biología como aprendidos, que comparten un grupo de individuos que viven en un espacio concreto.
Existe una indudable relación entre cultura y comunicación: la cultura se transmite gracias a los intercambios comunicativos personales que expresan ideas y actitudes.
Esta relación entre cultura y comunicación motiva que existan dos formas de comunicación dentro de una cultura:
- Interacción. Formas interactivas generadas por los seres humanos en su interacción social.
- La no interacción. Elementos extrasomáticos y ambientales.
Por lo que a la interacción respecta, existen, a su vez, distintas posibilidades, dentro de las cuales la comunicación cara a cara es la forma más básica (y también más compleja) de comunicación humana. Existen tres contextos de comunicación cara a cara:
- Comunicación vocal verbal (lenguaje).
- Comunicación vocal no verbal (paralenguaje).
- Comunicación no vocal y no verbal (kinésica, proxémica y otros sistema corporales).
La no interacción transmite la información codificada por actividades físicas o intelectuales y se realiza de forma directa o indirecta y puede dirigirse a uno o varios individuos. Dentro de la no interacción, la comunicación objetual alude a productos materiales universales o específicos de una cultura que tienen gran relevancia en la interacción cara a cara. El medio ambiente construido y el modificado representa una forma muy importante de interacción, que puede generar o favorecer conductas culturales.
Estudiar los fenómenos comunicativos que constituyen una cultura hace que se revelen los hábitos que la integran, que pueden ser heredados o genéticos y aprendidos o culturales.
- Hábitos heredados o genéticos.
- Hábitos aprendidos o culturales. Reflejan lo quehemos aprendido de otros y son los que constituyen una cultura. Es preciso tener en cuenta que los hábitos aprendidos pueden circunscribirse a coordenadas temporales específicas y pueden llegar a cambiar, evolucionar o desaparecer.
EL CONCEPTO DE CULTUREMA
El culturema, término de Fernando Poyatos, es una unidad portadora de significado cultural. Fernando Poyatos se apoya en el concepto de culturema para crear un modelo interdisciplinar que permite llevar a cabo un análisis de una cultura. Un culturema es «cualquier porción significativa de actividad o no actividad cultural percibida a través de signos sensibles e inteligibles con valor simbólico y susceptible de ser dividida en unidades menores o amalgamada en otras mayores».
Para analizar los culturemas, es preciso analizar tanto las cosas como las personas y realizar este análisis de forma progresiva, desde la primera visión muy general e impresionista hasta una visión más detallada y profunda de una cultura. Los actos culturales, en suma, envuelven el discurso tanto verbal cono no verbal.
Es muy importante tener en cuenta que el uso de culturemas se manifiesta en aspectos tan diversos como las unidades fraseológicas, las bromas, la religión, el folcrore, el humor… Es necesario comprenderlos bien para no originar una comunicación fallida, un maltentendido o una interferencia de orden pragmático.
NIVELES O FASES DEL CULTUREMA
Poyatos propone varios niveles o fases para el análisis del culturema:
Nivel 1. Culturemas básicos
Son los que aportan las primeras impresiones cuando nos encontramos por primera vez con una cultura.
Sus dos ámbitos esenciales son el ámbito urbano y el ámbito rural. Estos dos ámbitos se dividen, a su vez, en dos dominios, el interior y el exterior. Tanto en la cultura urbana como en la cultura rural, hay aspectos que se observan desde el exterior y otros que se observan desde el interior y que no son «accesibles» solo desde el exterior.
De esta manera, tenemos un ámbito urbano con un dominio interior y otro exterior, y un ámbito rural con un dominio exterior y otro interior.
En este sentido, la manera de estar distribuidas las calles en una ciudad, el modo de viajar en un transporte público, los carteles de las calles y comercios, etc. son aspectos que se refieren a los culturemas urbanos.
Poyatos hace referencia en EE. UU. y Canada, por ejemplo, al tamaño de los coches, el sonido y el olor de cortar el césped, el olor de los autobuses urbanos, la separación entre las áreas comerciales y residenciales del centro de las pequeñas ciudades, las sirenas de los coches de policía, el olor a comida de puestos callejeros…
Entraría aquí, por poner otro ejemplo, la manera de estar distribuida una vivienda.
Nivel 2. Culturemas primarios
En esta fase, la percepción cultural se vuelve algo más compleja y los ámbitos (rural y urbano) y los dominios (interior y exterior) de los culturemas básicos se dividen, a su vez, en ambientales (entornos) y conductuales (comportamientos de las personas).
Estos culturemas son el resultado de haber reconocido unos patrones culturales y haberlos podido experimentar por medio de la observación o del aprendizaje sistémico.
Entraría aquí, por ejemplo, el comportamiento concreto que se produce en un determinado medio de transporte, como el tren, el autobús o el metro. O, en el aspecto ambiental, las escuelas, los parques, los bares…
Nivel 3. Culturemas secundarios
En la fase tres, las culturas que hemos identificado en el nivel 3 empiezan a interactuar. Se observan, de esta manera, interrelaciones entre diferentes sistemas y valores culturales.
La interrelación de los aspectos anteriores se ejemplifica en la decoración, en los bares, en los restaurantes, en el hogar, en la calle, en la iglesia, en la playa, en la escuela, en el parque, en el mercado, en la calle…
Nivel 4. Culturemas terciarios
Este cuarto nivel, el de los culturemas terciarios, profundiza en los sentidos humanos. Permite identificar el sistema cultural y la subcultura de la cultura.
Los culturemas terciarios nos sirven para clasificar los culturemas primarios según el sentido a través del que los percibimos. Pongamos algunos ejemplos:
- Culturema urbano exterior ambiental olfativo. En algunas culturas, las calles «huelen» de una determinada manera por la actividad que se desarrolla en ellas.
- Culturema urbano exterior ambiental acústico. Es muy acusado en algunas culturas el aspecto acústico de una calle en una determinada cultura: cláxones, ambulancias, policía, etc.
- Culturema rural exterior ambiental visual. Podemos poner como ejemplo todos los aspectos que podemos comprobar a través del sentido de la vista de las costumbres que tienen algunas culturas en los alrededores de su casa.
- Culturema urbano inferior ambiental cinestésico. La forma de moverse en una ciudad, la forma de ceder el paso, etc.
Niveles derivados
A través de los culturemas derivados, dividimos cada culturema terciario en un culturema menor. Pasamos a centrarnos en las manifestaciones concretas de esa modalidad comunicativa (por ejemplo, la ropa, la kinésica, la cronémica). Así, podemos distinguir ejemplos como los que plantea Fernández-Conde: «comportamiento proxémico del profesor extranjero en la India», «kinésica en las comidas en tren», «comportamiento kinésico de un occidental blanco en un templo hindú en la India»…
EL FONDO CONDICIONANTE DE LOS CULTUREMAS
En definitiva, hay todo un conjunto de elementos culturales que condicionan (y, por lo tanto, conforman) los culturemas:
- El estilo cultural general.
- Las diferencias regionales, subculturales y dialectales.
- Las relaciones y actitudes interpersonales.
- Los valores estéticos.
- El entorno socioeconómico y educativo.
- Los valores religiosos y los valores morales.
- Las normas de etiqueta y los buenos modales.
- Los códigos verbales y no verbales del grupo…
LOS CULTUREMAS Y LA ENSEÑANZA DE LENGUAS EXTRANJERAS
Los culturemas permiten realizar un análisis de una cultura de manera muy sistemática. Este modelo hace posible realizar un análisis sistemático y progresivo de una cultura enmarcando los elementos en el contexto cultural adecuado.
En el caso de la enseñanza y aprendizaje de lenguas extranjeras, permite un análisis intercultural de la cultura de origen y la cultura meta.
Como hemos visto más arriba, el conocimiento de una cultura se realiza de manera paulatina por fases desde nuestros primeros contactos, más superficiales, hasta un conocimiento más profundo y detallado.
Por ello, el primer acercamiento a una cultura es casi impresionista y muy general. Al llegar a una ciudad, por ejemplo, nos permite ver la actividad en las calles, la manera de vestir, los edificios, los medios de locomoción, los establecimientos de comida. Se trata, en este caso, de un culturema básico urbano exterior que podemos observar y detallar aplicado a cada país y cada ciudad que visitamos. En muchas ocasiones, son elementos que ya «conocíamos» antes de visitar una ciudad.
Posteriormente, la diferenciación entre los elementos referentes al comportamiento o al entorno, nos van permitiendo entrar en más detalles. Si nos enfocamos en el entorno de la cultura urbana exterior, empezamos a ver ya ciertos patrones culturales. La manera de concebir el tiempo, los horarios de comidas, las formas de tratamiento, algunas peculiaridades en las comidas…
Siguiendo con este proceso, vamos distinguiendo distintos escenarios, que afectan al entorno o al comportamiento. Por ejemplo, el valor de algunas expresiones como «Vale» en España o «Pura vida» en Costa Rica, la manera de comportarse en la calle o en la playa, al llegar el metro a una estación y entrar en un vagón…
En el siguiente nivel, distinguimos muchos elementos sensoriales (lo que oímos, lo que olemos) y los elementos inteligibles (lo que interpretamos como típico, como elegante…). Comprobamos, por ejemplo, cómo están decoradas las viviendas según el nivel social de sus ocupantes, cómo se interrelacionan las personas en un bar desde el punto de vista proxémico o kinésico.
En ese avance, podemos llegar a detalles como la percepción cultural de un bar típico español desde el punto de vista sensocial. Llegaríamos a ver la kinésica durante una comida en una casa, el tipo de bebidas y de comidas, el uso de los cubiertos… Partiendo de los culturemas sensoriales llegaríamos a interpretar de manera correcta o incorrecta los culturemas inteligibles como las creencias religiosas, la actitud ante las personas mayores, las relaciones familiares, el concepto de tiempo… y un largo etcétera.
El modelo de los culturemas nos sirve para realizar un análisis de la cultura de manera sistemática o para realizar trabajos de campo.
Apoyarse en los culturemas evidencia que no es lo mismo aprender español en Argentina, en México o en España. Y, poniendo el ejemplo de nuestro país, que es muy distinto hacerlo en Burgos, en Santiago de Compostela, en Granada, en Toledo o en Lanzarote.
Para saber más:
- Fernández-Conde Roríguez, M. (2005). La enseñanza de la cultura en la clase de español de los negocios. Madrid: Arco Libros. Hemos seguido casi literalmente el planteamiento que se realiza entre las páginas 13-18.
- Poyatos, F. (1994). La comunicación no verbal. Madrid: Istmo.
- Poyatos, F. (2017). La comunicación no verbal en la enseñanza integral del español como lengua extranjera. E-Eleando, 1 monográf.