Además de los precedentes más o menos remotos que se han mencionado, podemos dividir la evolución de la Pragmática en tres grandes etapas.
En el fondo, subyace el debate en torno a si podemos (o no) considerar a la Pragmática como una disciplina lingüística.
Pragmática formalista (años 30 y 40 del siglo XX)
En esta época (Peirce, Morris), se concibe a la Pragmática como parte integrante de un sistema semiótico.
En esta primera etapa, se tiene una concepción bastante limitada, por la cual la Pragmática se ocupa de una pequeña parte de elementos que se escapan a otros niveles de estudio lingüístico como, por ejemplo, los deícticos.
Los filósofos del lenguaje (entre los años 50 y 70 del siglo XX)
Es una época en la que se empiezan a cuestionar los presupuestos de la filosofía analítica y el modelo lógico-matemático que la sustentaba.
Con el precedente del «segundo Wittgenstein» de las Investigaciones filosóficas, todo un conjunto de filósofos del lenguaje, inicialmente anglosajones (Strawson, Austin, Grice) y luego norteamericanos (Searle) se vuelcan en el estudio del lenguaje ordinario, convencidos, además, de que el lenguaje no es solo descriptivo, sino que sirve para realizar acciones.
En esta etapa el campo de la Pragmática es bastante más extenso. Aunque es una disciplina en pleno proceso de consolidación, todavía contaba, sin embargo, con ciertas reticencias, dado que su campo de acción era «negativo» (la Pragmática estudiaba lo que no estudiaban las demás disciplinas) y precisaba del uso cruzado de muchas disciplinas. Estos inconvenientes hacían que no fuera aún una ciencia totalmente reconocida.
Pragmática cognitiva y Pragmática integrada (años 80 y 90 del siglo XX)
En estos años, la Pragmática evolucionará en dos sentidos diferentes. En el ámbito anglosajón, triunfa la Pragmática cognitiva, mientras que en el ámbito francés predomina la Pragmática integrada a la lingüística.
Pragmática cognitiva
La Lingüística y la Pragmática se conciben como ciencias vecinas y complementarias, susceptibles de tener puntos en común.
- La Pragmática se orienta hacia la sociolingüística cuando hace hincapié en las funciones del lenguaje (Labov, Goffman).
- Se orienta hacia la psicolingüística cuando hace hincapié en los procesos de adquisición y tratamiento de la información (Milner, Charoles).
- Se orienta hacia las ciencias cognitivas, que consideran que el tratamiento pragmático de la información revela un sistema central de pensamiento y definen una Pragmática deductiva encargada de analizar los procesos inferenciales generales, universales y no específicos ni exclusivos del lenguaje. Esta Pragmática cognitiva intenta estudiar las relaciones entre el lenguaje y sus usuarios en relación al tratamiento que hacen estos de la información de acuerdo con un sistema de adecuación lo más óptimo posible (Dan Sperber y Deirdre Wilson).
Pragmática integrada
Algunos investigadores franceses (Anscombre, Ducrot, Récanati, Kerbrat-Orecchioni) realizan un estudio complementario entre la Pragmática y la Semántica. En este sentido, la Pragmática se encarga esencialmente de describir la situación de comunicación, las condiciones para que una comunicación tenga éxito y el estudio de palabras situaciones, como los deícticos. Acoge, pues, los aspectos del código ligados a la enunciación. Derivará también en las teorías pragmáticas argumentativas.
En la actualidad
La pragmática se ha convertido en un campo de estudio esencial para la ciencia cognitiva, la inteligencia artificial, la traducción automática, la informática, la neurociencia o las patologías del lenguaje, por poner solo algunos ejemplos.