En el estudio de la Pragmática, podemos encontrar dos dimensiones diferentes: la dimensión cognitiva y la dimensión social. En definitiva, no son sino dos ángulos que se producen en la actualidad para estudiar el lenguaje: como estructura innata que poseemos desde el nacimiento y que se activa cuando aprendemos a hablar o como producto aprendido de nuestra manera de relacionarnos en una sociedad y contextos determinados.
- Pragmática cognitiva. Según esta dimensión, el lenguaje es una facultad regida por nuestra mente. Las ideas que almacenamos en nuestra mente nos sirven para interpretar los enunciados de nuestros interlocutores
- Pragmática social. Según esta dimensión, el lenguaje solo existe en el uso. Los hablantes y los receptores reales interactúan en una situación comunicativa concreta. En este sentido, la dimensión social de la pragmática indaga en las estrategias de producción y recepción de los hablantes y las categorías que se derivan de esta interacción.
Es preciso subrayar que no son dos dimensiones excluyentes: los seres humanos poseemos una capacidad innata para el lenguaje que desarrollamos en un ámbito social concreto.