Las clases de actos ilocutivos según Searle

John Searle estableció cinco clases de actos de habla ilocutivos. Esta clasificación ha sido una de las más influyentes y sigue siendo muy utilizada:

1. Asertivos o representativos

Se trata de actos ilocutivos en los que el emisor tiene la intención de reflejar un determinado estado de cosas: representa el mundo como él cree y hace que las palabras se ajusten a sus creencias.. Incluyen actos como afirmar, explicar… A diferencia del resto de clases, estos actos son evaluables en términos de su verdad/falsedad. Por lo tanto, comprometen al hablante con la verdad de la proposición expresada. Corresponderían a los enunciados constativos de Austin.

Pienso, luego existo.

La única razón por la que las personas se aferran tanto a los recuerdos es porque los recuerdos son las únicas cosas que no cambian cuando todo el mundo lo hace.

Está lloviendo.

Los caracteres chinos fueron tomados prestados para escribir otros idiomas, como el japonés, el coreano o el vietnamita.

2. Directivos

El emisor pretende que el receptor lleve a cabo una determinada acción, ejerciendo sobre él una determinada influencia. Son, por lo tanto, intentos del hablante para que el destinatario haga algo.  Expresan un deseo del hablante para que su interlocutor haga algo en una acción futura y, por lo tanto, incluyen consejos, órdenes, peticiones, o solicitudes. Pertenecen a esta clase actos como pedir, rogar, ordenar, aconsejar, etc.

Apaga la televisión.

Por favor, no uses mi maquinilla de depilar.

¿Podrías dejarme a mí la ensalada para cenar?

Te ruego que me perdones.

¡Ordena esa habitación ahora mismo!

Te aconsejo que te lo pienses dos veces antes de hacer semejante disparate.

3. Comisivos o compromisivos

El emisor pone de manifiesto su compromiso de realizar una determinada acción, o mantener un cierto comportamiento. Incluye promesas, ofrecimientos, rechazos o amenazas. Es el caso de los actos que se ejecutan mediante expresiones como prometer, asegurar, garantizar… Por lo tanto, son actos en los que, mediante las palabras, el orador se compromete a realizar una acción en el futuro.

Volveré dentro de cinco minutos.

Te juro que haré todo lo posible para volver pronto.

Le haré una oferta que no podrá rechazar.

Lanzaremos una nueva unidad de policía para luchar contra los delitos informáticos.

4. Expresivos 

Se emplean para comunicar un estado de ánimo o una actitud psicológica del emisor respecto de una determinada situación o acontecimiento. Expresan alegría, dolor, gustos o aversiones. Los casos paradigmáticos son las disculpas, las felicitaciones, los elogios, los agradecimientos, las culpas, etc.: felicitar, agradecer, complacerse, perdonar, insultar, etc. Las palabras expresan un sentimiento del hablante.

¡Eres un imbécil!

Bien hecho, Rafa.

Te felicito por tu nuevo empleo.

Agradezco de corazón tus palabras de ánimo.

5. Declarativos.

El emisor lleva a cabo determinados cambios en el mundo, merced a la autoridad de que está investido: bautizar, casar, inaugurar, etc. Son palabras y expresiones que, por sí mismas, cambian el estado actual de las cosas. Debido a que tienden a depender de instituciones extralingüísticas elaboradas para su desempeño exitoso, se les puede llamar «performativos institucionalizados». Al realizar este tipo de acto de habla, el hablante produce una correspondencia entre el contenido proposicional y el mundo. Los casos paradigmáticos incluyen pujas en las subastas, declaraciones de guerra, excomuniones, despidos, nominaciones de candidatos, etc.

Declaro el estado de emergencia nacional.

Se suspende la reunión.

Yo te bautizo en el nombre del Padre…

Yo os declaro marido y mujer.

Este tribunal condena a diez años de prisión al acusado.

Declaramos al acusado inocente de todos los cargos.

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