Existe una diferencia entre persuadir y convencer. Y, por lo tanto, entre argumentar y demostrar. La argumentación parte de que hay varias posturas y creencias posibles y, por lo tanto, tiene un carácter polémico y dialógico. El emisor manifiesta una manera de interpretar la realidad con el objetivo de que sus receptores acepten la forma de orientar ese problema o, si es el caso, se adhieran a sus tesis.
Esquema basado en Calsamiglia y Tusón:
Argumentación | Demostración |
1. Se dirige a un auditorio.
2. Se expresa en lengua natural. 3. Las premisas son probables en relación a un sistema de valores concretos. 4. La progresión de la argumentación depende del emisor. 5. Las conclusiones no son axiomas, sino que son siempre discutibles. |
1. Tiene valor en sí misma.
2. Se expresa, habitualmente, en lenguaje formal. 3. Las premisas son verdaderas o falsas. 4. La progresión depende de mecanismos internos. 5. Las conclusiones son verdaderas o faltas. |
Calsamiglia, H., & Tusón, A. (2015). Las cosas del decir: manual de análisis del discurso (3.ª ed.). Barcelona: Ariel. Págs. 285-286.
Fuentes Rodríguez, C., & Alcaide, E. R. (2002). Mecanismos lingüísticos de la persuasión : cómo convencer con palabras. Madrid: Arco Libros.