Amigos, romanos, compatriotas, prestadme atención. Vengo a sepultar a César, no a ensalzarle El mal que los hombres hacen les sobrevive; el bien es a menudo enterrado con sus huesos. Sea también así con César. El noble Bruto os ha dicho que César era un ambicioso. Si tal ha sido, su falta fue muy grave, y la habrá pagado terriblemente. Ahora, con permiso de Bruto y los demás, porque Bruto es un hombre honorable, y honorables son todos aquellos, todos, vengo a hablar en el funeral de César. Amigo mío era, leal, justo para mí, pero Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honorable. Muchos cautivos trajo a Roma y con sus rescates llenó las arcas públicas. ¿Pareció esto ambicioso en César? Las lágrimas de los pobres hacían llorar a César, y la ambición debería ser de índole más dura. Si embargo, Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honorable. Todos habéis visto cómo en las fiesta lupercaliale presenté tres veces una corona real, y cómo la rechazó tres veces. ¿Era esto ambición? Sin embargo, Bruto dice que era ambicioso, y por cierto que él es un hombre honorable. No hablo para reprobar lo que habló Bruto, pero estoy aquí para decir lo que sé.
(Shakespeare,Julio César)