La explicatura

Sperber y Wilson consideran imprescindible introducir un elemento nuevo en la teoría pragmática: la explicatura. Para estos autores, mientras la implicatura se refiere al contenido deducido y construido según supuestos anteriores, la explicatura es el contenido que se comunica de forma explícita por medio del enunciado.

Es preciso ser cuidadosos y no pensar que la explicatura es contenido descodificado y la implicatura contenido inferido. Aunque las implicaturas se obtienen por inferencia, para recuperar el contenido de las explicaturas también es necesario recurrir a profesos inferenciales.

La explicatura es una información comunicada de forma explícita. La primera tarea comunicativa es determinar las explicaturas. El primer paso es descodificar el enunciado correctamente, pero hay otras tareas que van a requerir el funcionamiento de los mecanismos de inferencia.

¿Dónde está el gato?

Para entender el enunciado, al interlocutor no le basta con que conozca las acepciones del término gato en español. El emisor ha querido referirse solo a uno de esos tipos de entidades, por lo que la determinación de la explicatura precisa que se resuelva el problema planteado por la existencia de varios significados asociados a un significante. El mero hecho de decidir exactamente a qué se está refiriendo el hablante es ya una cuestión inferencial.

Por lo tanto, la explicatura combina los contenidos conceptuales codificados por el sistema lingüístico con otros que es preciso inferir contextualmente. Para determinar las explicaturas, necesitamos varios pasos: descodificación, desambiguación, asignación de referentes, establecimiento de un proceso inferencial, etc.

Es importante subrayar que algunos de estos procesos son casi automáticos y el receptor ni siquiera llega a ser consciente de que haya otras posibilidades. Solo entra en juego un proceso consciente si algo no funciona por alguna otra razón:

(Los siguientes enunciados solo funcionan en un contexto oral)

[ ‘po λo a la θer ‘βe θa ]

[ o raŋ gu ‘tan al ‘βi no ]

El principio general que rige estos procesos es la teoría de la relevancia. El destinatario elige la opción que da lugar a mayores efectos contextuales con el menor esfuerzo.

Desambiguación

La desambiguación utiliza la información ofrecida por el contexto situacional. En el ejemplo de un gato, será diferente si el hablante está en casa o si está en una carretera fuera del coche. Una desambiguación incorrecta es la fuente de muchos chistes:

–Al niño le hemos puesto gafas.

–¡Qué nombre más feo!

Asignación de referente

En este caso, nos atenemos a la decisión de a qué ente concreto señala una determinada expresión lingüística. También requiere de la información del contexto situacional.

Cierra la ventana

El receptor debe decidir qué ventana desea el hablante que se cierre, ya que este no se contentará con que se cierre cualquiera de las ventanas de la casa.

Enriquecimiento o especificación de referencia de expresiones vagas

Es un proceso por el que se completa la información que no está suficientemente detallada.

La casa de Pepe es demasiado grande

Este enunciado no precisa de forma inequívoca si es la casa en la que vive, la casa que ha comparado, la casa que ha construido, la casa que ha alquilado, la casa que está a punto de comprar… La lista de posibilidades puede ser muy grande.

Además, la expresión «demasiado grande» también es poco vaga. ¿Muy grande para qué? ¿Muy grande para quién? Dado que hablamos de la casa de Pepe, el interlocutor suple esa información con sus conocimientos previos.

Un enriquecimiento inadecuado también da lugar a situaciones humorísticas:

—¿Tiene algo bueno para las moscas?
—Tenemos Orión, Raid, Baygón, Kill-Paff…
—Le he pedido algo bueno; lo que usted me ofrece ¡las mata!

Otros ejemplos

A. ¿Has estado con Juan últimamente?

B. Yo no me relaciono con delincuentes.

  • Explicatura: Yo no me relaciono con delincuentes.
  • Premisa implicada: Juan es un delincuente.
  • Conclusión: Yo no me relaciono con Juan.
  • Conclusión implicada: No he estado con Juan últimamente.

La sopa se te está quedando fría

  • Explicatura. La sopa está perdiendo temperatura.
  • Implicatura. Tienes que ir rápidamente a la mesa.

Escandell Vidal, M.ª Victoria. Introducción a la pragmática. Barcelona: Ariel (3.ª ed.) 2013.

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