Las implicaturas conversacionales particulares no se desencadenan automáticamente, sino que se establecen por la relación que se establece entre el enunciado y algunos elementos relacionados con el contexto y con las circunstancias concretas de la situación de comunicación.
Propiedades: calculables, cancelables y no separables.
Veamos un ejemplo en una carta de recomendación para un alumno que aspira a entrar en un programa de estudios de filosofía:
El Sr. X asiste siempre a clase, hace puntualmente todos sus trabajos y se expresa con propiedad
- Cancelable. Bastaría que el alumno descrito tan mezquinamente por su profesor no aspirara a ingresar en un programa de filosofía, sino en algún otro que requiriera precisamente las cualidades mencionadas. Otra manera de anular la implicatura sería simplemente agregar algo como Y además es muy bueno en filosofía.
- No son separables, pues no están adheridas, como las convencionales, a ciertas expresiones lingüísticas. Si en lugar de lo indicado en el ejemplo el profesor dijera lo mismo con otras palabras, la implicatura ‘no sirve para la filosofía seguiría vigente’:
El Sr. X es aplicado, puntual, y escribe con gran corrección