Las «tres culturas»

Lourdes Miquel y Neus Sans publicaron en la revista Clave, en 1992, un importante trabajo sobre la presencia de la cultura en las clases de ELE. Este artículo ha sido recuperado y actualizado en 2004 por las autoras.

En este artículo, Miquel y Sans reflexionaban sobre las relaciones entre el componente lingüístico y el componente cultural y establecían el papel que debe desempeñar «lo cultural» en la clase de ELE. En este sentido, establecen que cualquier conocimiento del aprendiz le sirva para actuar con los individuos de la lengua meta en la que los aspectos comunicativos y los aspectos culturales forman parte indisoluble de una buena competencia comunicativa.

Para ello, establecieron la diferencia entre las «tres culturas», tal y como quedan establecidas, en esquema, en su trabajo:

La «cultura a secas»

La «cultura a secas» comprende todos los aspectos compartidos por los ciudadanos de una cultura, el conocimiento operativo que los nativos tienen parra orientarse en situaciones concretas y participar de la cultura de modo cotidiano. Solo este cuerpo central da sentido a la existencia de «variantes» de esa cultura en el «tramo» superior (cultura con mayúsculas) y el «tramo» inferior (kultura con k).

Esta «cultura a secas» es compartida por todos los ciudadanos y se da por supuesto. No nos tienen que explicar determinados rituales religiosos, ni cómo se celebra el día 6 de enero la fiesta de los Reyes Magos, las horas a las que tenemos que ir a comer…

Otros ejemplos:

  • El luto se simboliza a través del negro.
  • El 6 de enero se celebra la fiesta de los Reyes Magos.
  • La gente toca madera para ahuyentar los malos espíritus.
  • Al mediodía se come entre las 2 y las 3.
  • No se suele hablar de sueldos a no ser que exista mucha confianza entre los interlocutores.
  • Cuando nos elogian hay que reaccionar quitándole importancia.

Cultura con mayúsculas y kultura

Los otros dos «tramos» de la cultura pueden no compartirse del mismo modo entre todos los individuos: no todos reconocen el lenguaje de los jóvenes, no todos saben escribir un correo electrónico para reclamar algo…

La Cultura con mayúsculas tiene más que ver con la cultura «enciclopédica», con cuestiones relacionadas a la Historia, el Arte, la Mitología, la Religión, la Literatura…

Por lo que respecta a la kultura con k, vamos a fijarnos en un elemento, como es el de las expresiones relacionadas con la tauromaquia, que han pasado al acervo de la cultura a secas: cortarse la coleta, brindis al sol, ver los toros desde la barrera, saltarse a la torera, llegar al último toro, nos va a pillar el toro, cada uno mate su
toro, soltarle a uno el toro, vista, suerte y al toro
.

Las tres «culturas» no son compartimentos estancos

Además, estas tres culturas no son compartimientos estancos, sino que los tramos extremos pueden pasar, en un momento determinado, a la cultura que todos los ciudadanos dominan.

Como es natural, casi toda la didáctica de aspectos culturales tendría que enfocarse a la «cultura a secas».

De cada a la didáctica de las lenguas, es necesario partir del presupuesto siguiente: si conocemos determinadas pautas culturales, generaremos determinados comportamientos comunicativos, y estos nos ayudarán a elegir las formas lingüísticas adecuadas. Lourdes Miquel y Neus Sans ponen ejemplos de situaciones culturales que determinan unos comportamientos lingüísticos específicos en la cultura española, como el pago de consumiciones en un dar, las reglas para el uso del tuteo, la manera de decir las calles y los números, la existencia de tabúes comunicativos…

A la hora de enseñar una lengua estamos enseñando también unos patrones culturales y unas prácticas sociales. Si los aprendices no llegar a adquirir estos patronos y estas prácticas no habremos conseguido nuestro objetivo. Cualquier actividad lingüística que no esté contextualizada y amparada en elementos socioculturales será ingenua y baldía desde el punto de vista de la comunicación real.

Por lo tanto, los docentes de lenguas extranjeras tienen que conseguir «visibilizar» los implícitos culturales.

Es preciso tener muy presente que los contenidos culturales no tienen que aparecer de modo disgregado y «apartado» en nuestras propuestas didácticas, sino que en nuestras clases los elementos sociales y culturales tienen que estar presentes también de manera implícita en las actividades lingüísticas.

Tenemos que alejarnos también de una enseñanza de la cultura que tome en cuenta solamente los estereotipos. No hay mejor manera de huir de los tópicos que mostrar la variedad fecunda de los comportamientos culturales.

Los docentes tampoco tienen que ser especialistas y divulgadores de elementos culturales desde un punto de vista casi antropológico, sino que tienen que estar abiertos a todas las cuestiones interculturales.

Se debe estimular también a los aprendices para que vayan adaptándose a la cultura española en la medida en la que quieran y puedan.

En suma, la práctica comparativa entre los modos de entender el mundo y la cultura deben ser constantes en las clases de lenguas extranjeras para que los aprendices conozcan también su propia cultura y se alejen de prejuicios etnocentristas.

Miquel López, L., & Sans, N. (2004). El componente cultural : un ingrediente más en las clases de lenguaRedELE : Revista Electrónica de Didáctica Español Lengua Extranjera0, 1–13.

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