Cada sistema no verbal (sistema paralingüístico, sistema kinésico, sistema proxémico y sistema cronémico), aun teniendo su propia idiosincrasia, comparte cinco características con el resto de sistema. Se consideran, pues, unas características básicas de los signos no verbales en cuanto a su función y su uso.
- Los signos no verbales pueden comunicarse de forma activa o pasiva. Aunque se pueden emplear para una comunicación intencionada, es posible que comuniquen también de manera involuntaria. Por regla general, los signos culturales suelen comunicar de forma pasiva. También puede darse el caso de que los signos no verbales son empleados de forma no consciente por el emisor, pero sí son percibidos por el receptor. Determinados tics, cambios de postura, modos de respirar, movimiento y dirección de los ojos, movimiento de manos… no se realizan de manera voluntaria, pero aportan, precisamente por eso, una información muy valiosa para el receptor.
- Los signos no verbales se pueden utilizar en combinación con los signos verbales, de forma alternativa o de forma independiente. Y pueden utilizar un solo sistema o varios.
- La comunicación que se lleva a cabo a través de los signos no verbales es funcional: se utiliza para cuestiones muy sencillas de llevar a los currículos y planificaciones docentes de la enseñanza de lenguas extranjeras:
- Realizar actos de comunicación relacionados con la interacción social: saludar, felicitar, agradecer, prometer.
- Estructurar y controlar la comunicación: pedir permiso para hablar, tomar el turno en la conversación, finalizar el turno, relacionar partes y elementos del discurso.
- Llevar a acabo prácticas habituales en la interacción humana: identificar, describir, preguntar, opinar, aconsejar y expresar experiencias, sensaciones, sentimientos o deseos.
- Al igual que los signos verbales, los signos no verbales pueden cambiar según la caracterización social de una persona o las situaciones en las que se utilizan.
- Los signos de los sistemas de comunicación no verbal son multifuncionales. Pueden desempeñar una o más funciones en cualquier momento de la interacción comunicativa. Pueden añadir información al contenido o significado de la comunicación lingüística, pero también corregirla o matizarla.
- Especificar el contenido o el significado de una expresión verbal. La manera de decir Por supuesto puede expresar acuerdo o consentimiento, pero también desacuerdo.
- Confirmar el contenido o el significado de una expresión verbal. Por ejemplo, un gesto de negación acompañado de un No me gusta.
- Reforzar el contenido o el significado de una expresión verbal. Un tono fuerte y contundente acompañando a Esto está mal refuerza el significado de la expresión. O un abrazo acompañando a la expresión Cómo me alegro de volver a verte.
- Suavizar el contenido de una expresión verbal. Podría haber sido mejor, acompañado con una sonrisa.
- Contradecir el significado de una expresión verbal. Si decimos Lo has hecho muy bien con un tono de voy elevado y con una entonación determinada podemos comunicar lo contrario.
- Enmascarar el verdadero significado verbal. Si pronunciamos lentamente y en voz baja la expresión No me importa si no vienes a mi fiesta de cumpleaños…
Lo no verbal y el desarrollo de la competencia comunicativa de forma integral.
Fernando Poyatos establecía que la comunicación humana se estructuraba en torno a tres ejes básicos: comunicación verbal, comunicación paralingüística y comunicación kinésica.
Para aprender una lengua, lo adecuado es hacerlo desarrollando la competencia comunicativa completa, teniendo en cuenta de manera simultánea y correlacionada el sistema verbal y el sistema no verbal.
Como acabamos de ver, la comunicación verbal va acompañada de sistemas paralingüísticos y kinésicos necesarios para que la comunicación se lleve a cabo.
En no pocas ocasiones, los elementos no verbales aportan una significación determinante en la comunicación. También son decisivos a la hora de regular, organizar o estructurar las interacciones.
La adquisición de los sistemas de comunicación no verbal en los aprendices de una LE/L2 pueden resolver problemas de comunicación, puesto que, de esta manera, se superan las deficiencias verbales que pueden bloquear o interrumpir una interacción comunicativa.
Los componentes no verbales ayudan a los aprendices no solo a corregir sus deficiencias verbales, sino, sobre todo a la adquisición de una fluidez interactiva que opera en beneficio de la expresión oral con carácter general.
Ya por último, hemos de ser conscientes de que los sistemas de comunicación no verbal nos permiten también producir más de una expresión simultánea o varias conversaciones al mismo tiempo.