Una de las ventajas de WordPress es que permite crear usuarios con diferentes roles. De esta manera, es posible trabajar en equipo de forma segura.
- Suscriptor. Es un usuario que puede acceder a contenidos exclusivos, privados o destinados solamente a los suscriptores. Es útil en casos en los que queramos primar la privacidad del acceso a algún contenido o favorecer la fidelidad al blog o a la página. Accede a determinados contenidos, pero nunca puede entrar en el panel de administración.
- Colaborador. Es un usuario que tiene acceso al panel de administración. Puede escribir nuevos contenidos o modificar alguno de los existentes, pero todo su trabajo requiere la aprobación del administrador. Es una opción muy útil para asegurarnos la calidad del contenido.
- Autor. Este tipo de usuario también tiene acceso al panel de administración. Como en el caso del usuario colaborador, puede escribir nuevos contenidos o modificar alguno de los existentes. La diferencia es que el autor publica directamente sus entradas o páginas sin que sea necesaria la aprobación del administrador.
- Editor. La figura del editor es mucho más amplia. Por supuesto, tiene acceso al panel de administración y puede gestionar, editar o modificar las colaboraciones de cualquier usuario.
- Administrador. Es el que tiene el dominio absoluto sobre todo lo que se gestiona en el sitio, la página o el blog. Recibe en su correo todas las notificaciones y puede modificar todos los parámetros de la instalación, las plantillas, los plugins, los widgets, etcétera.
Si quieres, puedes aprender a asignar perfiles de usuarios en el panel de administración de WordPress en esta entrada.
(La imagen pertenece a la fábrica de Damm a finales del siglo XIX)