Mecanismos argumentativos (Fuentes Rodríguez & Alcaide Lara, 2007, pp. 55–74)
Elementos léxicos
Los elementos léxicos valorativos introducen un matiz subjetivo por parte del enunciador. Son sustantivos, verbos, adjetivos y adverbios.
Hay una relación directa entre la argumentación y los elementos léxicos valorativos puesto que el uso de dichos elementos influye directamente en esa percepción de subjetividad y opinión.
En algunos textos, como los publicitarios, la elección de términos técnicos se emplea con intención argumentativa y constituyen una connotación axiológica positiva.
Elementos fónicos. Entonación y pausa
El emisor puede utilizar la pausa para destacar y enfatizar un enunciado.
El productor de un texto puede optar por utilizar enunciados más largos o más cortos según el efecto que quiera conseguir en el receptor.
En algunas ocasiones, como es el caso de los textos publicitarios, es necesario concentrar la información y captar, al mismo tiempo, la atención del receptor. De esta manera, los enunciados tienen coherencia en forma de argumentos que se presentas como suficientes.
En otras ocasiones, prima una conexión muy fuerte para dar lugar a una visión de conjunto en el que todos los elementos quedan conectados.
Elementos sintácticos. Conectores y operadores
Los mecanismos sintácticos más conocidos son los marcadores del discurso (o conectores discursivos). De hecho, algunos están señalados como puramente argumentativos.
Hay marcadores aditivos (coorientación), oposición (antiorientación), causalidad (relación argumento-conclusión), conclusión.
También hay factores argumentativos que pueden indicar fuerza o suficiencia (encima), justificación o prueba (de hecho), justificación (al fin y al cabo, y después de todo).
Encontramos, asimismo, operadores argumentativos, que actúan dentro de un enunciado para marcar orientación, fuerza o suficiencia argumentativa. Hasta, incluso, al menos, solo, poco, un poco. Y muchos más.
Estructura informativa
Como elementos pertenecientes al nivel macroestructural, la estructura informativa de un texto tiene influencia en el plano argumentativo. También la organización de la argumentación en un texto proporciona relieve a sus enunciados.
Así, los focalizadores son mecanismos para aportar fuerza argumentativa y, simultáneamente, los elementos elementos afectados por un elemento de fuerza u otro operador destacan informativamente.
focalizadores ↔ operadores y procedimientos de fuerza argumentativa
[Se puede añadir la información de focos y tópicos de Gutiérrez Ordóñez].
Otra manera de focalizar es el color de la letra, la tipografía, el tamaño.
También repeticiones, paralelismos, incisos, paréntesis, etc.
Ironía
La ironía es un procedimiento muy eficaz para orientar el discurso hacia la conclusión propuesta por el emisor.
En la ironía, se suele decir lo contrario a lo que se dice de forma literal. Según Ducrot (El decir y lo dicho), lo que conseigue la ironía es modificar un sentido literal primitivo en un sentido derivado. Esta separación convierte a la ironía en un discurso netamente polifónico.
Hay casos de ironía manifiesta cuando el emisor se homologa a la figura del alocutario o cuando el emisor profiere unos enucniados cuyos enunciadores se identifican con la oposición (se burla de lo enunciado, se muestra lo absurdo del planteamiento y se pasa a manifestar la tesis auténtica). En estas manifestaciones de la ironía manifiesta, el receptor es consciente del significado real invocado por el emisor. Una crítica directa y abierta se tomaría como un acto muy agresivo y con un efecto de herir al adversario. En estos casos, la ironía logra que el locutor proteja, de alguna manera, su imagen.
También hay casos de autoironía, en los que el locutor se burla de sí mismo. Aunque aparentemente se establece una identificación entre locutor y enunciador, en el fondo se observa una diferencia entre ambos.