No tengas miedo a la felicidad porque la felicidad no existe. Ni aquí, ni en ninguna otra parte. Moriremos mañana, así que no digas nada. Es el tiempo de besarnos. Voy a quererte con toda mi alma. ¿Sabías que no existe ningún tesoro escondido en ningún lugar recóndito?: está justo aquí, a nuestro lado. Tan cerca, que casi nos hace caer. Vivir una sola vez es perjudicial para nuestra salud, así que es el momento de disfrutar de los buenos momentos, como estos que me ofreces tú, ahora, aquí. Puesto que un poco más o menos de sal no va a cambiar nada en el mar ni en ninguna otra parte, vamos a querernos apasionadamente, vamos a entrelazar nuestras manos, vamos a abrazarnos.
No tengas miedo a la felicidad: la felicidad no existe. Ahora, en este momento, tan solo voy a dedicarme a quererte con toda mi alma.
(Versión prosificada y modificada y libremente de “Le Bonheur”, de la cantante francesa Berry. La imagen es de Dani Álvarez.)
He tardado tanto en ponerme a responder a vuestros comentarios que casi me pilla el toro. Yo creo que, en la canción, también se defiende la existencia de la felicidad. Solo que no se concentra en grandes palabras y ocasiones, sino en la sencillez de las cosas pequeñas y cotidianas.
Los significados son tan bellos como aquellas cosas que intentan atrapar.
Me encanta cuando los significados se escapan y cambian y se transforman.
Preciosa entrada que comparto en todo, menos eso de que «la felicidad no existe».
Yo confirmo que SÍ existe porque estuvo décadas conmigo hasta que yo la abandoné.
Luego la estuve buscando, pero ni la encontré, ni volvió.
Ahora la felicidad que tengo es «fast food». No hay tiempo para más.