ELLA. ¿Qué dices? No te entiendo. ÉL. Cómo que no me entiendes, pues te lo acabo de decir muy claro. ELLA. Claro para ti, ricura. A ver si pronuncias como una persona normal. ÉL. Pronuncio como se pronuncia. ELLA. Nadie dice Louvre como tú. Decimos lubre y punto. Y esa chorrada de poner boquita, labios […]
El yin y el yang bien pronunciado Leer más »
ÉL. ¿Se te ha pasado? ELLA. ¿Qué? ÉL. Que si se te ha pasado… ELLA. ¿Que si se me ha pasado el qué? ÉL. Lo que te pasa. ELLA. No me pasa nada. ÉL. Eso lo dirás tú. Como que no nos conocemos… ELLA. Me pasa lo de siempre. ÉL. No sabía que te pasasen
Mira en el espejo la profundidad de tus ojos Leer más »
ÉL. Oye, nena, al final, no me contestaste a la pregunta que te hice hace ya meses. ELLA. Dijiste que no querías saber la respuesta. ÉL. Esas son las típicas cosas que se dicen y no se piensan. ELLA. Muy característico de tu forma de ser, sí señor. Así que das sentido a las cosas
La vida en cuatro palabras Leer más »
ELLA. Te tengo que contestar a esa pregunta que me hiciste el otro día, pero todavía no la entiendo. ÉL. Era una pregunta para descubrir, no para pensar. ELLA. ¿Qué pasa, que haces preguntas porque dudas o porque conoces las respuestas? ÉL. Hago preguntas porque tengo dudas, inquietudes, obsesiones. A veces hago las preguntas a
A veces hago preguntas Leer más »
ELLA. ¿Bailamos? Quiero verte bailar. ÉL. No. ELLA. Hijo, qué soso. ÉL. Soso no, inútil más bien. ELLA. Bueno, un poco sí. Todavía recuerdo el día que te metiste en esa sala y no sabías ni dónde estabas. Creo que todavía no te has encontrado. ÉL. Y todo el mundo muerto de risa. Toda mi
Quiero verte bailar Leer más »
ELLA. ¿A dónde vas ahora? ÉL. A entrenar. ELLA. Chico, ni que fueses un chaval de quince años, a entrenar, a entrenar. Di que vas al gimnasio. ÉL. Pues eso, al gimnasio, a entrenar. ELLA. Todavía no me puedo explicar qué le ves a eso de pegarte una paliza durante una hora, dos, o las
ELLA. Me han dicho que estás en una foto, en una pantalla grande. ÉL. Sí, estoy. Unos están en Picadilly Circus, otros están en Times Square. Yo estoy allí. ELLA. Lo más extraño es que me han dicho que en la foto estás relajado, casi sonriendo. ÉL. ¿Y? ELLA. No, nada. Que me extraña. ÉL. ¿Por?
El bonito es precioso – Diálogos Leer más »
ELLA. Me lo pregunto muchas veces y ahora estoy convencida. Tienes que tener el síndrome de Peter Pan. Si no, no me lo explico. ÉL. Sí, claro que tengo el síndrome de Peter Pan. No lo dudes. ELLA. Y te sentirás orgulloso. ÉL. Tampoco te quepa la menor duda. ELLA. Pues a ver si maduramos…
Síndrome de Peter Pan Leer más »
ELLA. Felicidades. ÉL. ¿Por qué? ELLA. Porque es el día internacional de la felicidad. Uy, parece que he dicho una redundancia. ÉL. Más bien parece un pleonasmo. ELLA. ¿Qué? ÉL. Nada. ¿Y por qué me felicitas en el día de la felicidad? ¿Estás de broma? ELLA. Te felicito porque todo el mundo se merece felicidad.
La felicidad y el oxímoron Leer más »
ÉL. Oye… ELLA. ¿Qué? ÉL. Nada. Que me gusta cuando sonríes, cuando te acercas y apoyas tu mano en mi costado. Cuando das palabras de ánimo, aunque hayas tenido un día difícil. Cuando, alguna vez, estás cansada y triste. (Entrada perteneciente a la serie Diálogos. Imagen de Tom.)
ELLA. ¿Te das cuenta de hasta dónde llegas? ÉL. Sí, claro que me doy cuenta. Llego sin ponerme de puntillas al armario de la cocina para coger las galletas. ELLA. No, te hablo en serio. Nada de tonterías. ¿Te has dado cuenta de que en tu vida no hay personas? ÉL. Claro que las hay.
Alguien me está llamando sociópata, pero soy anacoreta Leer más »
ELLA. Tan abrupto, tan distante… ÉL. ¿Qué? ELLA. Nada, estaba leyendo en voz alta. ÉL. ¿Y qué lees? ELLA. Estoy repasando una cosa que estoy escribiendo. ÉL. ¿Y de qué va? ¿Es un relato, una novela, un blog? ELLA. No. Es un retazo de mi biografía. ÉL. ¿Retazo? Me gusta la palabra. ELLA. Está
Retazo de mi biografía Leer más »
