Y, si existen, nunca tuvieron alas
Hoy, siguiendo la tradición, he vuelto a ver ¡Qué bello es vivir! Si la película la hubiese dirigido cualquier otro que no fuese Frank Capra, la cosa hubiese tan empalagosa que no hubiese habido quien se la tragase. Pero Capra es el maestro de controlar hasta el límite la emotividad de sus películas. Este filme es […]
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