Pasar estas tardes de piscina significa mirar al agua, al cielo y al vacío. En todos los casos, se percibe movimiento, que siempre es interior.
Y estoy sentado pensando en levantarme y estoy nadando pensando en sentarme y estoy y no estoy al mismo tiempo. En todos los casos, a partes iguales.
No puedo dejar de pensar en todas las personas que están a mi alrededor. De las que no conozco nada, de las que conozco todo y de las que solamente conozco secretos aislados.
Ay, los secretos.