Tantos presentes cotidianos esperando para descubrir que, al final, el futuro era esto: inquietud, desconfianza, miedo.
Tantos pasados menospreciados pensando que lo mejor esta por venir para constatar que, al final, el futuro era esto.
Ayer paseaba en las horas cercanas al retorno obligado a nuestras casas. Entre los árboles, el río, las nubes y la luna, descubrí que, afortunadamente, el futuro también era esto.
(Fotografía tomada ayer mientras la ciudad anochecía)