Hoy las palabras se han caído. Los sustantivos se han escapado y, mezclados, han formado un corrillo, siempre convencidos de su autosuficiencia. Los adjetivos se han alineado buscando ser sobradamente considerados (y considerables) sin ser cargantes. Los verbos han montado una sesión de terapia colectiva para que sus actos tengan consecuencias.
Drama, espina, fiebre, brillo, miedo, rutina, cristal, pared, palabra, corazón.
Perdido, llorosa, desbordada, exultante, vaporosa, entreverado, inmaculada, agua, cansado.
Imaginar, escudriñar, percibir, palpar, disfrutar, fisgar, golpear, vaciar, consolar.
El resultado, el que el lector quiera. Solo son palabras
Con imagen de Deana.