Voy a perder el miedo a perder. Y, poco a poco, voy a aprender a ser la persona en la que me quiero convertir. Voy a tener la razón o, al menos, voy a defender mi derecho a tener una de sus partes. Voy a durar de todo lo que sé, voy a empezar de cero sin fijar ningún final. Voy a subir sin parar y voy a volver a caer. Puede, incluso, que me levante otra vez. Voy a hacerlo todo mal o hacerlo todo bien, pero no voy a continuar, no voy a seguir tal y como estoy. Voy a empezar a perder el miedo a perder. Para no olvidar que existe un hoy y un mañana, voy a matar el tiempo con balas delicadas de fusil. Aunque ya no crea en nada trascendente, voy a ganar el cielo para no tener que soportar la inercia que me hace girar constantemente alrededor del sol. Por eso, voy a cuestionar la gravedad si su ley no me acerca a ti. Mírame volver, mírame soñar. Mírame tocar el fuego con los dedos. Mírame perder el miedo.
(Canción prosificada y modificada a voluntad de “Voy a perder el miedo”, de Fangoria, con imagen de Rebekah)