Sin conocimiento de causa

return to tender

 

Empiezo hoy una serie de entradas que no sé hacia dónde me conducirá. Se llama «Sin conocimiento ni causa» y va a tener contenidos variopintos, laxos, contradictorios incluso. Se trata, de alguna manera, de decir cosas que me apetece contar pero no quiero darles desarrollo o prefiero darles un desarrollo distinto al que le daría en otras circunstancias. Como esta introducción oscurece más que aclara (lo cual también va a ser marca de la serie), lo mejor será empezar. Hoy, con algo de música y alguna cosa más.

No quiero que el comienzo confunda: suelo prosificar canciones, pero hoy no quiero hacerlo. Quiero hablar de canciones que dan sentido a una tarde lluviosa de abril, mientras estoy sentado trabajando. Entre la rutina y la pasión, a veces solo nos separan unos acordes, y es lo que suele hacer «Light My Fire», de The Doors. Porque siempre hay que intentar llegar a lo más alto. Porque siempre hay que intentar poner la noche en llamas. Y luego llega una conexión entre una canción y una película. La canción es «Return to Sender», de Elvis y la película es Náufrago (Cast Away, de Robert Zemeckis). Cuando Tom Hanks vuelve y tiene que decidir con su vida y tiene un paquete de FedEx que le ha salvado, de alguna forma la vida, y tiene que devolvérselo a quien le pertenece. Poco importa, en este caso, el tiempo que ha pasado, sino el significado que tiene. Estás en un cruce de caminos y hay que decidir cuál se escoge. Luego llega «Undertow», de Pet Shop Boys, una nueva joya de su disco recién horneado. Es bueno que se hable de resacas que tiran de uno, que te arrastra, te saca de las casillas habituales y trilladas para revolverte. La canción tiene un matiz negativo, tomando la resaca como un gran peligro, pero yo creo que es bueno, a veces, perder parte del sentido para encontrarlo. Además, siempre hay alguien al otro lado, con una brújula que te indica el camino. Y te salva.

Para eso tenemos «Faded», de Alan Walker. Así nos podemos preguntar por dónde están las cosas que nos importan, aquellas que muchos olvidan. De eso tratan las relaciones, los vínculos estrechos, los compromisos, las implicaciones. El vértice de una pirámide que explica todas las aspiraciones. Y los sueños de llegar a la cúspide, que es la meta de todo inicio.

Creo que, por hoy, es suficiente (con imagen de Parée)

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.