sería todo un reto reconocerse en la caída libre ser consciente de los pocos segundos que separan el salto desde los cielos hasta el palmo en las narices y que parecen vidas sería todo un reto seguir viviendo con esa perspectiva el suelo y después nada tantas veces nada o algo siempre malo aterrador sería todo un reto olvidar la respiración agónica e hiperventilada esa tristeza que se asienta en las rocas del ser y que abandona toda perspectiva sería todo un reto pensar que las cosas pueden ser mejores tras todos los intentos fallidos tras la sombra de las personas que dañan cualquier esfuerzo para vivir sería todo un reto cerrar las compuertas para que no quede nada para que solo queden restos de los minutos que hay que sufrir diariamente sería todo un reto idear un texto que se ajustase a la vida soñada que dejase escribir una vida sobre las vidas felices sería todo un reto tener esperanza sin hipotecas de futuro todo un reto sería
(Esta entrada hace el número 20 de mis Blogólogos interiores. Imagen de Andrés García)