Son las nueve y veinticinco de la mañana, Andrea coge las llaves del bolso y abre la puerta de su negocio. Entra rápidamente para desactivar la alarma: pulsa tan atolondradamente los dígitos que, después de tres pitidos, tiene que introducir el código correcto. Andrea va hacia el fondo, deja el bolso en la parte trasera del mostrador, se sienta en pequeño taburete y cambia las bailarinas que traía de casa por unas sandalias, que le resultan más cómodas para pasar la jornada de pie. Andrea tiene una tienda de souvenirs desde hace seis años. Una mala experiencia laboral y una ruptura sentimental le llevaron a cambiar de ciudad, de trabajo y de rutinas. Estaba de visita en la ciudad, en un viaje que imaginaba iniciático y, en efecto, acabó por cambiar su vida.
Andrea ha subido muchas veces ya esas empinadas cuestas que conducen a un lugar que fue soñado y que ahora empieza a pesar con toda la carga de la rutina. Por eso, tarda unos minutos en sosegarse. Para lograr la calma, Andrea se dirige hacia una estantería donde unas botellas de vino esperan ser recolocadas. Todo estaba ya en orden, pero Andrea las levanta para pasar el trapo del polvo. Parece, así, que el proceso de limpieza es más un proceso de purificación propio que una necesidad. Andrea deja la última botella en su sitio de siempre y ahora coge un peluche de un cesto para cambiarlo por otro, un precioso elefante de color naranja.
Andrea sale a la puerta de la tienda y enciende un cigarrillo. María, la joven dueña del bar que tiene al lado la ve y sonríe. El contacto diario ha creado una sólida amistad entre ambas. Aprovechan para hablar de sus cosas mientras suena una melodía agradable y fresca que aparece desde el interior del bar.
Andrea se despide de María y vuelve a entrar en la tienda. Llega al taburete que está detrás del mostrador y se sienta. Andrea supera unos segundos de tristeza para sonreír y esperar que la vida le corresponda con algo de ese cariño que tanto necesita.
(Imagen de F.T.Roshellin. Esta entrada es el fragmento número 47 de la serie Fragmentos para una teoría del caos.)