Hoy me toca dormir al filo del amanecer, pensando en cómo corre la vida y se escapa entre todas las derrotas. Hoy toca pensar en una tarde espectacular, llena de inspiración, trazada con el tiralíneas del corazón. Hoy toca pensar en la mañana, que empieza por el recuerdo, y continúa pensando en la gravedad de los cuerpos que niegan todas las leyes racionales. Hoy toca pensar en las presencias y las ausencias, en la inocencia y en las historias que traspasan la verdad. Hoy toca pensar en las sonrisas del sediento, en la fe del aroma de los árboles, de esa tierra mágica con la niebla como frontera. Hoy toca pensar en la manera de atravesar los cuatro puntos cardinales, entre la cautela y la osadía. Entre la noche y ese nombre que se esconde.
Por eso, hoy trato de escribir estas palabras que vuelan. Tratando de ponerme en pie soñando. Intentando buscar la salida de este laberinto que se esconde detrás de tus labios.
(Imagen de Andrey Gatash)