Romper. Que la ruptura sea total. Que no quede un vestigio de todo lo acumulado. Que no sea una huida, ni un rescoldo de inconformismo. Que no tenga vuelta atrás. Que sea el inicio del ruido en el silencio, de algo vivo y fecundo. Que sea lo contrario a la rutina, al molde, a la costumbre. Que sea un acto basado en la intuición, en un olor profundo que alcanza terrenos desconocidos.
Romper. Y que el mundo sea nuevo. Y el horizonte distinto. Muy distinto al que sale en las fotografías.
(Imagen de Dave)