La imagen encuadra a una pareja que descansa durmiendo sobre el césped. En seguida, los detalles revelan alguna cuestión del contexto en el que, seguramente, se produce. Están tumbados boca abajo, en una contorsión casi imposible producto de los movimientos inconscientes de la noche. El brazo de él descansa de forma relajada sobre el homóplato de ella, que mantiene el que tiene visible doblado en un ángulo extraño. Ella tiene por encima algo parecido a un forro polar y él lleva un jersey muy sucio lleno de briznas de hierba. Muy cerca de sus cabezas, tres latas grandes de cerveza y un brick de vino barato. Un poco más lejos, un poco de papel de aluminio en el que se adivinan los restos de un bocadillo de embutido.
La fotografía desvela un equilibrio contradictorio entre la tensión de dos cuerpos agotados por el exceso y la paz del sueño al fin sobrevenido. Por la luz podemos deducir que no está amaneciendo y que la pareja, por lo tanto, prolonga su descanso. En suma, esta imagen no tendría nada de extraordinario, nada reseñable más allá de lo comentado a no ser por un detalle. En la esquina inferior derecha, casi totalmente fuera del encuadre, se aprecia un calzado (parece una bota de tipo militar) y parte de la pierna de una persona que contempla la imagen.
(Esta entrada pertenece a la serie Catálogo de fotos que no existen. Por su propia esencia, no va acompañada de ninguna imagen.)