Si se miran las cosas de cerca, se perciben los detalles y las intimidades: el ruido de lo cotidiano, que esconde todo y nos protege de la revelación. A mí me gusta mirar de cerca y con perspectiva, con esa distancia que nos cuenta la vida de los otros como si fuera un susurro y un secreto descubierto.
Qué bello es conocer los secretos de los demás, mientras los nuestros quedan escondidos, en el refugio de una sonrisa que nos despierta cada nuevo día frente al espejo.