No se juega con los besos de amor. Era tan bonita la idea de que alguien filmase a veinte personas desconocidas compuestas en diez parejas para ver cómo sería su primer beso. Era tan conmovedor el ver los titubeos iniciales y las presentaciones, los labios temblorosos, la pasión desencadenada. La timidez y la osadía. Las ganas de volcarse y las ganas de ser recibido… Y, sobre todo, era tan conmovedora la sonrisa…
Y sabemos que toda realidad es ficción en el fondo y en la forma. Que el mundo es un teatro y la vida es sueño. Pero no se juega, no. No se juega con los besos de amor, que siempre anidan en lo más profundo de nuestro ser. De nuestra imaginación.
Y, de banda sonora, el Salut d’amore de Edward Elgar.
No sé por qué nos incomoda que la realidad sea ficción, cuando nos gusta que la ficción sea realidad. Pero es cierto que esta historia tendría que haber sido verdad. Snif, snif.
Me encantó ese video. Me parece una pena que sean actores, más que nada porque aunque fuera gente conocida, podrían ser desconocidos entre sí y la esencia no se habría perdido, pero claro, no es lo mismo si son actores, pues su trabajo es transmitir emociones.
Una pena. Snif