Estamos solos. Llenos de pantallas y de espejismos. Creemos en la compañía porque está a golpe de dedo, a un clic de distancias infranqueables. Estamos solos y nos negamos a reconocerlo porque vemos a alguien, al otro lado. Es el espejo en el que nos miran otros seres solitarios. Estamos solos.
(Imagen de Adrien Sifre de la obra Jaume Plensa House of Knowledge en Burdeos.)
Eso es lo malo, Cristina: estamos tan solo que, a veces, buscamos solo un reflejo de nosotros mismos.
….y muchas veces lo que vemos no es más que un reflejo de nostros mismos, la proyección de nuestros más íntimos deseos…llenamos nuestra soledad con ese clic que supuestamente nos conecta…salimos de nuestro ser profundo al abismo intangible del otro, de otro como tú…pendientes de una realidad que existe?