Puede que no estés, puede que me encuentre en otro lugar del mundo –también es posible que tú te encuentres en cualquier otra parte–. Pero, cuando tú no estás conmigo, me equivoco cada medio segundo. Cuando no estás, la soledad siempre es la peor de las consejeras. Si tú no estás, nunca se me abre el paracaídas, pero siempre me empeño en saltar. Cuando no estás conmigo, cada espacio vacío me pregunta cuándo volverás. Mientras tanto, me dedico a escribir líneas feroces, siempre crueles conmigo mismo. Siempre que no estás conmigo, me limito a esperar que vuelvas. Puede que no estés, pero también es posible que esté perdido en el laberinto más oscuro. Pero, cuando no estás, la soledad es la peor de las consejeras.
Si no estás, tan solo espero verte llegar por esa puerta. Porque lo que ocurre, lo que me ocurre, es que te quiero cada vez más, siempre esperando que vuelvas.
(Versión prosificada y modificada a voluntad de “Cuando no estás”, de Andrés Calamaro. La imagen es de Javiera Peña.)
me encanta esta canción de Calamaro igual que me gusta tu texto… el caso es que me pongo a leerlo y hay algo familiar sin que sepa decir qué es, hasta que al final lo descubro.
biquiños,