todo es fácil si conoces
las medidas y desde luego la medida de tus posibilidades
te diriges a las pesas expuestas como en un muestrario y escoges
en mi caso cuatro de cinco dos de dos y medio y dos de uno
veinticinco
la barra el step y la colchoneta que librará
a tus lumbares de mayores
inconvenientes
lo dispondrás todo entre el barullo de gente que pugna por el mejor sitio ese junto al espejo
en el que una mirada de refilón te mostrará
el avance del rigor en tus bíceps o el perfil de esa pantorilla en plena
sentadilla
todo es como en una discoteca menos
el alcohol y las verdades a medias gritadas hacia una oreja
aquí todo
es orden sincronía sudor acumulado
utopía de lo que quieres y rigor de lo que
consigues
pasas por diez canciones desde el calentamiento hasta el estiramiento qué fea queda esa rima
interna en un verso
y descubres una manera muy sutil de encontrarte frente
a frente
con tus músculos y probablemente con tus miedos
(Imagen de Gabriel Porras. Esta entrada pertenece a mi poemario Cuestión de principios)