¿Para qué seguir cuando prefieres dejarlo? ¿Para que hablar cuando prefieres el silencio? ¿Para qué depositar ilusiones cuando tu actitud es ausente? ¿Para qué devolver sonrisas a tanto sinsentido?
Quizás porque merezca la pena. Quizás.
(Imagen de Dean Ayres.)
por hacer a alguien feliz.
bicos,