Sentir que no te sientes e ignorar que no ignoras. Comprobar los ángulos obtusos del conocimiento y de las relaciones. Sentir que las patrias añoradas quedan cada vez más lejos y el cálido suelo del tártaro te anquilosa la manera sutil que tenías de caminar sobre las brasas. Sumergirte por las mañanas en agua fría y aprisionar tu cara con fuerza con la toalla para recuperar la sangre circulando por tu cabeza impasible. Recuperar lo que eres y olvidar todo lo que fuiste. Recuperar lo que fuiste y olvidar todo lo que eres. Abrir los ojos para soñar el senderos de las pesadillas. Mirar hacia el mar y ver que desapareció con la línea del horizonte.
Imagen de Ahmed M. Abdulazim