ELLA. ¿Te das cuenta? Llegan unas edades en las que una ya no puede ser guapa.
ÉL. Ahora soltarás una de tus frases favoritas. ¿Cómo era? «A partir de los treinta y tantos, tienes que elegir entre la cara y el culo».
ELLA. Es una verdad casi metafísica.
Él. Sí, es una verdad metafísica… o una chorrada como un campanario. Por cierto, ¿cuál ha sido tu elección?
ELLA. ¿Es una pregunta o una ironía?
ÉL. Querida, llega una edad en la que las preguntas nunca son preguntas.
ELLA. No, para, que esto es serio. A nuestras edades ya no somos guapos.
ÉL. Pues yo me veo muy bien, mejor que nunca.
ELLA. Mientes más que hablas.
ÉL. Dirás que miento más que callo… No, no sé si estoy mejor que nunca, pero sí que estoy mejor que muchas veces. Y creo que, para que nos aprovechemos de las ventajas del carpe diem no es tan necesario ser joven como plantearse que hay momentos en los que hay que pisar el acelerador.
ELLA. Eso lo dijo Sabina para las chicas.
ÉL. ¿Ahora me vas a discriminar por «género»?
ELLA. Vete a la mierda.
(Imagen de Emilio Suárez.)
bueno, qué voy a decir si a mí me encantan los diálogos… hasta a veces me atrevo a escribirlos.
este es totamente creíble… y divertido… aunque tiene ese toque irónico que…
hoy me veo poco guapa claro que para la edad que tengo…
biquiños,