ÉL. Antes eras mucho más comunicativa.
ELLA. Pues mira…
ÉL. ¿Lo ves?
ELLA. ¿Cuál?
ÉL. Eso.
ELLA. Quizá es que estoy cansada. No vas a ser siempre tú el centro del mundo.
ÉL. Me gustaba pensar que era un centro del mundo, dentro de los millones que existen. Que era un pequeño núcleo sobre el que giraban algunas cosas.
ELLA. Va a ser que no. Con el tiempo, aprenderás a distinguir entre núcleos pequeños y egos enormes.
ÉL. ¿Esto no son excusas?
ELLA. ¿Excusas para qué? ¿Qué me quieres decir?
ÉL. Para nada. Nada.
ELLA. No, di.
ÉL. Para no contaminar el tiempo con mis segundos.
ELLA. Quizás. Mírate al espejo; ahí tienes la respuesta.
(Imagen de Nick Wheeler.)
diálogos minimalistas.
biquiños,