Mi indiferencia natural, curtida en mil batallas contra la pereza, borra del mapa cualquier muestra de amor y sentimiento de empatía. Porque, en mi vida, todo acaba como empieza. Y en plan travestí radical, le doy la espalda a cualquier muestra de tristeza. ¿Melancolía, decepción?¿Felicidad, tentación? En esta vida, todo podría ir a peor. Mientras tanto, miro la vida pasar. Y no sabes cuánto me cuesta aceptar que no volverás. Por el momento, miro la vida pasar. Pero, sin venir a cuento, alguien te vuelve a nombrar… Pasado el tiempo, sigo igual. A veces, incluso pienso que he perdido la cabeza. A veces pienso que he perdido la cabeza. Y algunos días, sin razón, ya ni siquiera siento latir mi corazón. Siempre he sido fuerte, aunque haya dudado muchas veces si la vida nose ha reído de mí. Mientras tanto, miro la vida pasar. Y cuesta aceptar que no volverás. A veces, sin venir a cuento, alguien te vuelve a nombrar.
Versión prosificada y ligeramente adaptada de la canción «Miro la vida pasar» de Fangoria, todo un himno estoico contemporáneo, con imagen de Pollobarda.)