Te pido que escuches una confesión, un secreto que nace de un corazón desierto. Con tres palabras, puedo decirte todas mis cosas. Puedo decirte las cosas bellas que habitan en mi corazón. Ven, dame tus manos y toma las mías: te voy a confiar todos mis deseos. Recuerda que son tres palabras las que encierran todas mis alegrías, todas mis angustias. Esas palabras, ya lo sabes, solo se esconden tras la canción porque, con tres palabras, puedo decirte todas mis cosas. Las cosas que habitan en el corazón, que encierran todas mis alegrías y todas mis angustias. Son tres palabras que encierra la canción y, juntas, son preciosas.
Porque, en el ritmo del bolero, se encierra el ritmo de nuestro mundo.
(Versión prosificada y modificada a voluntad del bolero de Osvaldo Farnés cantado por Nat King Cole. Imagen de Diana Susselman.)
Qué bonito es el amor… sobre todo acompañado de música, aunque sea otoño y no primavera
Un besazo
Déjame soñar… Besotes de nuevo, M.
Merche, tienes tendencia a pensar que, en este blog, todas las realidades son ficciones y todas las ficciones son realidades. Nada más cerca de la verdad… y de la mentira. Un saludín.
Ay, chico, me alegro de que la flecha del amor te haya atravesado ¡ya era hora! A ver si empiezas a ver la vida un poco más de color de rosa… Preciosa esa canción de Nat King Cole. ¡Cómo me gusta! Besotes, M.