ELLA. Lo que yo digo es que se necesita una formación proporcional al grado de responsabilidad.
ÉL. Y lo que yo digo es que se necesita una gran resposabilidad humana para avalar una formación adecuada.
ELLA. Pero, además, creo que saber idiomas es indispensable.
ÉL. Y yo te digo que puedes hablar chino y japonés, pero también se tiene que aprender la lengua a pie de calle.
ELLA. ¿Pero no decías que estimabas la inteligencia y la preparación académica como unos valores fundamentales?
ÉL. Sí, pero solo cuando yo lo digo y cuando me conviene.
ELLA. ¿Y no crees que es mejor hablar que discutir?
ÉL. ¿Lo cualo?
ELLA. Que si no es mejor conversar, contarse cosas, vivir el día a día, hablar sobre lo poco importante.
ÉL. Puede. Si tú lo dices… Pero necesito que me enseñes la fotocopia compulsada de título, un certificado de penales y, sobre todo, que me traigas, por favor, un arroz con leche. Aunque tú seas más de salado.
(Imagen de Francisco J. Ibáñez.)