Los destinos turísticos son el terreno abonado para la música de moda. El año pasado, todo giraba en torno a la canción «Por ahí viene Pepe». Este año el verano se ha puesto más triste y el turista escucha más de veinte veces en todos los bares la misma canción: «Qué tengo que hacer» de Omega «el Fuerte», todo un símbolo en estas latitudes del Caribe. El turista piensa que, el año pasado, se glorificaba con el ritmo al prototipo de macho-man como símbolo prepotente de una sexualidad manifiesta, mientras que este año se explota el prototipo de hombre resignado en manos del destino, de una mujer y del amor. Al turista se le llevan los demonios cuando escucha la escucha pero, pasados unos días, sufre una especie de síndrome de Estocolmo que le empuja a canturrear la cancioncilla por lo bajo cuando se ducha, cuando se viste, cuando se pega un baño, cuando se dirige al bar a por una cerveza. El turista piensa, ahora, que algún impulso escondido empuja a sus neuronas hacia la resignación y aceptación que es –también– parte de las vacaciones, del verano y de la música que los impregna.
Omega – Si Te Vas, Que Tengo Que Hacer – Remix
(La fotografía es de Alberto Urbina.)
Mejor qiue las de Georgy Dan ya serán, ya.
¡Pedazo artista Alberto! Preciosa la foto, preciosa. No vería yo eso en diez años, ni teniendolo delante del morro.