Como decían los antiguos presocráticos de la Escuela de Elea, «de la nada, nada sale». Y eso vale casi para cualquier cosa, incluida la escritura y, por extensión, cualquier manifestación artística. Toda obra es una pequeña pieza de mosaico de un constructo cultural mucho más amplio en el que aquélla se inserta. Nos lo enseñaron muy bien Bajtin, Kristeva y Barthes.
Y como en esto de los influjos hay grados, formas y maneras, el campo está abierto casi para cualquier cosa, desde el pastiche hasta la parodia, desde la transposición hasta la imitación, hay mucha gente que se excede en el uso de la intertextualidad. Como ya dije en alguna otra ocasión, el estilo, pese a las evidentes influencias, es individual, propio, intransferible. Salvando cualquier distancia y analogía de calidad con este blog, no es lo mismo pintar con el estilo de Velázquez cuando pinta Velázquez o cuando pinta un discípulo de su escuela o –peor todavía– cuando un humilde pintor realiza una copia de una de sus obras en una calurosa tarde de verano en el Museo del Prado.
Desde mi humilde punto de vista, lo peor de todas las triquiñuelas del plagio procede, obviamente, cuando se copia descaradamente sin citar la fuente. Eso es un auténtico robo intelectual. Como decía al principio, todos nos abastecemos humildemente con la genialidad de los demás. Por eso, no entiendo que, teniendo tantos modelos mucho más excelsos para copiar, alguien deslice sus palabras como si fueran mías. Al copista del Prado nunca se le ocurriría hacer un apaño con las influencias del maestro para hacer pasar lo suyo por original, en el sentido más primordial del término. Picasso nunca se planteó hacer los estudios sobre Velázquez haciendo pasar el origen como suyo, por muy fabuloso y original que fuese el resultado final.
Por eso, hoy vuelvo a estar hasta los mismísimos huevos de encontrarme con ciertas entradas en otros lugares. Igual sus autores piensan que existe una cierta telepatía artística mundial, pero, puestos a copiar, es mejor elegir a otros. Seguro que se lo merecen más.
(Imagen de Zitun.)
Buenas noches, profesor Urbina:
¡Pues sí que parecía enfadado hace siete días!. ¿Ya se le ha pasado un poco?.
Las palabras con la recomendación -en castellano- de Montserrat me han recordado al "Chavo del ocho".
Sobre las copias:
A veces, alguna idea de algo que gusta, se utiliza como inspiración y se dedica un tiempo para realizar un homenaje a la obra y al autor. Siempre debe decirse si bien hay ocasiones que, es tan evidente y archisabido que no se va a estar repitiendo a todas horas.
– Hace unos días leí que iban a construir una copia de Cadaqués, la ciudad del Alto Ampurdán, ¡nada menos que en China!. Los chinos, en esta ocasión, pidieron permiso al alcalde del municipio Sr. Borrell, quien dijo que "la copia siempre levanta expectación para conocer el original como pasa en las obras de arte", y juntos pasearon por el pueblo y visitaron la Casa-Museo de Dalí.
Esta ciudad ya había sido reproducida en el Caribe, en la República Dominicana.
– Las coincidencias pueden surgir de forma inconsciente al escuchar una canción o leer un poema.
– En relación con películas, se encuentran pocas copias, que mejoren el original, aunque haya pasado tiempo y los medios sean mucho mayores en los remakes.
Hay ocasiones en las que alguien "se copia a sí mismo" . Se me ocurre Frank Capra, con su película "Dama por un día"de 1933, y luego en 1961 con su segunda versión "Un gánster para un milagro". Las dos estupendas, por el talento del director.
Bueno, después de este rollo, como solución, se me ocurre que : si ve que le plagian, cite los nombres de los copiones, y que se sepa. Punto.
Saludos.
P.D.: Estupendo el enlace de "Escuela de Elea". ¡Qué preciosas ilustraciones!. Y si alguien se atreve a entrar en el estudio -a fondo- del contenido: fabuloso, ¿no?.
Estimada Monste: bienvenida al blog. Es todo un placer.
Merche: tendré que hacer como tú y, en vez de abrir el paraguas, abrir la sombrilla para taparme de esos molestos rayos copiones.
Hola amigo: entro por primera vez por recomendación de Merche Pallarés, que dice que eres muy bueno.Lo debes de ser desde el momento que todos te plagian , y pienso igual que ella, que deberias estar feliz. por dentro al menos. Luego denuncia si te parece oportuno
De la nada sale nada, buena frase. En catalàn decimos; " D'allà òn no n'hi ha no en rage"
Saludos muy cordiales, y sobretodo o te enojes. Esto es muy malo para el hígado.
Raúlito, si te copian es que lo que dices, y cómo lo dices es original y literario. Deberías sentirte orgulloso aunque jode, es verdad… Yo tengo la inmensa suerte de que a mí no me copia nadie ni yo tampoco copio a nadie, of course… Es lo que tiene ser una del montón… Besotes, M.
La entrada que comentas no fue un plagio, Koky: te gustó una idea y la utilizaste (muy bien, por cierto). Además, pusiste una referencia y, por lo tanto, no hacía falta permiso. Es un ejemplo de cosas hechas con naturalidad. Lo que me cansa es encontrarme el mismo estilo a cada paso de las entradas de algún blog. Cada día se copia una forma de escribir, una idea… Me cansa. Un abrazo.
Eso es que marcas tendencias.
Cuando te plagié el "me robaron los verbos" no me dí cuenta hasta haberlo terminado de escribir. Eso si: te "pedi permiso" públicamente. A lo mejor algunos ni se dan cuenta y lo hacen sin querer 😉
Pero ya sabes: donde esta la Coca que se quite la "Pesi" (que dice Torres)