Los he visto esta tarde, armazones sobre los que se sustenta el mundo. En el contraste de las luces que empujan las vitrinas del artificio. Tal y como se esconden en el pozo de los sueños. Sin la explicación de lo que aparentan, aparecen inermes y anhelantes. El escaparate –hoy– se convirtió en el cristal roto por el que vigilamos los tanteos de las figuras hacia la pared de la desesperanza. Expresiones vivas del abrazo imposible, del tránsito entre los baches de un suelo demasiado expuesto a las miradas. Hoy los he visto. Entre la soledad escasa del que mira porque no pierde nada.
Estoy de acuerdo con KOKYCID, las bordas.
Aparte de esos armazones tambien somos marionetas… Besotes, M.
Estas entradas, asi tan cortitas y como sin ton ni son, sin mucha transcendecia, para mí, las bordas.