Un comentario de Bipolar a mi entrada «Fantasie, semblable et contraire» me ha hecho pensar en las naranjas y en los limones. Ya sabemos que la atracción por el otro no es ciega, sino que está basada en unos sólidos principios innatos a los que se suma una larga tradición cultural que los estandariza en formas y modelos. La creencia popular deriva el hecho de que la atracción sea inevitable con la consecuencia de que los seres humanos somos una media naranja que nos complementa con otra que está aquí mismo, a la vuelta de la esquina, o vaya usted a saber… Las posibilidades combinatorias son optimistas. Sin embargo, como decía Bipo, puede que nos empecinemos en dar por sentado que las dos mitades siempre pegan. O que las mitades no sean naranjas. Sino que el emparejamiento se de entre limones y naranjas o viceversa (y no se busquen analogías con las peras y las manzanas de Ana Botella). Esto del emparejamiento es un juego de hormonas aderezado con un componente cultural que, segmentado en mitades, da para pensar si somos la mitad de lo que somos, si somos el doble de lo que somos partido por dos o, simplemente, somos lo que somos y nos juntamos con las intenciones obvias que remiten a las feromonas y a las estructuras de parentesco.
Como esto de la vida es un juego enloquecido que a veces se asemeja a las sillas musicales y otras a la ruleta rusa, propongo que, en este mundo de limones, juguemos al juego «de un limón a medio limón». De esta manera, algunos ganarán el juego de final amargo mientras que los demás, quedan fragmentados en las rodajas de la borrachera. Es la vida. Es un juego que los hombres repetimos.
Yo creo que somos una Unidad parte de un Todo y que no necesariamente necesitamos encontrar nuestra media nada. Decia alguien (tal vez A. Gala) que creiamos en el amor perfecto y complementario y no solo lo buscabamos en nuestro continente, si no tambien en nuestro pais, y ya puestos en nuestra ciudad, casi siempre en nuestro circulo de estudios o trabajo… Un poco simplista nuestra busqueda ¿no?.
"Ya sabemos que la atracción por el otro no es ciega, sino que está basada en unos sólidos principios innatos a los que se suma una larga tradición cultural que los estandariza en formas y modelos"
A tomar viento todo…
"Es invierno y nieva" 😀 😀 :D, creí que estaba leyendo a Sofía Mazagatos, creo que cualquiera puede llegar muy lejos, incluso yo misma.