más dura será la caída más dura será la bofetada más duro será el final más duro el mármol con el que se cincelan nuestros sueños más duro el almidón con el que endurecer los cuellos y puños de nuestros arrestos más largo el día en el que menos se duerme más larga la ebriedad del champán oxidado y ahogado en sus burbujas más cortos los días sin sol atenazados por la lluvia más cálidas serán las mejillas adornadas por las pompas y las lágrimas más exquisitos los dulces navideños atiborrados de frutos secos y de fécula barata más directos a las salidas de emergencias serán nuestros cuerpos arrumbados hacia el abismo más empalagoso el sólo de guitarra más rimbombante será el latido en un corazón que suena a hueco más humildes nuestras reverencias hacia los cúmulos de la importancia más directo el derechazo en toda el rostro más indirectamente siniestro más abajo puede caer el pozo de nuestros deseos y más alto nos caeremos de un guindo que ya nunca tendrá fruto más melodiosas serán las tiernas melodías de amor más fieros serán los cancerberos que interrumpen con sus ladridos la entrada segura al infierno más costoso el viaje en barca de Caronte con nuestra boca llena de óbolos más zizagueantes los vericuetos de nuestros anhelos más secretos más tumbados estaremos cuando nos lleguen los estertores del final más rotunda será la percusión que acompase nuestros pases de baile más ilegible será la letra con la que escribimos los renglones torcidos de los abrazos que no dimos más y más vendrá con el nuevo año menos serán los minutos que nos quedan
feliz año e indeleble destino
(Imagen de Aldo Aldoz.)