Hoy voy a callarme porque es sábado. Voy a dejar para mañana lo que tengo que decir, que los domingos por la tarde son más tristes y mucho más tristes que serán cuando ya no estés junto a mí. Voy a callarme, que hoy es fin de semana y el domingo por la mañana, cuando no hay despertador; que el domingo por la mañana, cuando te levantes despistada y con resaca, voy a mirar tu cara linda a ver si tengo valor. Ese valor que a uno le falta cuando tomas decisiones, que te hace temblar las piernas, decisiones que te encogen el corazón. Pero, en esta vida, resulta inevitable: coger un camino y otro; elegir, qué es lo mejor. Que salgan las cosas de mi cuerpo que hace tiempo llevo dentro, aun sin saber si será cierto, ni certero, ni mejor. Que no sé sabe si es preferible alargar este momento aunque su tiempo hace tiempo que pasó. Voy a callarme porque es sábado. Voy a dejar para mañana lo que tengo que decir.
(Versión prosificada y muy poco modificada de «Sábado», canción de El puchero del hortelano compuesta y escrita por Antonio Arco. En la web del grupo están sus trabajos listos para descargar y disfrutar. Ojalá hagan mil y un conciertos como el que pudimos escuchar en Burgos. La he puesto porque me ha dado la gana… y porque es sábado.)
Conciertazo el que dieron este verano en el damero. Como nos hicieron saltar. Los momentos hay que alargarlos tanto, tanto, tanto que sean un todo pasado-presente-futuro compacto e indivisible.