Vivo la tarde entre el corazón y la inspiración, aunque ambas en el sentido negativo. Vivo la tarde así porque llevo una hora entre la televisión y el ordenador, palabras, éstas y aquéllas, que riman en asonante. Quiero que Madrid gane los Juegos, pero me da igual perder. Intento escribir algo con chicha, pero los dedos flojean en las teclas, demasiado tímidos, demasiado titubeantes.
Sé que escribo esto y estaré desfasado dentro de unos pocos minutos, cuando las corazonadas y las inspiraciones no sirvan ya de nada. Tendríamos que hablar de Deporte, pero hablamos de ciudades y de países, del mismo modo que tendríamos que escribir palabras con sentido y sólo escribimos garabatos.
Sí, conozco algo de filosofía y sé que todo, en el fondo, es política: hasta la tensión y el esfuerzo de los músculos, hasta la flexión y la composición de todas las palabras que inundan el mundo. Y, de momento, nos queda el corazón dentro del pecho, del mismo modo que podemos sentir una llamita que ilumine nuestro cerebro para escribir el verso perfecto. Pero, en este mundo, todo es cuestión de minutos. Y si no, al Tiempo.
(Imagen de Untrained Eye)
Me hubiera gustado Madrid, pero me alegro de que haya sido Rio. Besotes olímpicos, M.
Intentando echar de un patada a Pérez Reverte…jaja…que te rinda el trabajo 😉 Por cierto, la elección de Río de Janeiro es una acción de justicia con Sudamérica.
Saludos