Leo atento el periódico de hoy y no miento: debido al calor, nuestra salud corre serio peligro con la actividad física. Por encima de los 28 grados centígrados de temperatura, nuestro cuerpo empieza a perder líquidos a razón de hasta dos kilitos cada media hora. Evitaremos las horas de mayor calor del día si no queremos llegar al vómito o al desmayo. No es aconsejable esperar a beber cuando se tenga sed: lo sabremos si la orina es clara y diáfana. Comeremos hidratos de carbono y vestiremos colores claros.
Mientras, miro por la ventana y veo un día nublado y frío de cinco grados, con chubascos dispersos y un viento capaz de noquear las opulentas ramas de los árboles más fieros. Como todo en esta vida, el tiempo va por barrios. Si queremos llegar a la deshidratación, tendremos que marchar a Buenos Aires.
(Imagen basada en un fotografía de David Reeves)
¿¿¿¿Dehydrated water???? Que hay que echar en un galón de agua… Qué cosas más raras existen… Besotes, M.
Va a ser por eso que hace casi quince días que no salgo a correr. ¡Por este calor del infierno!
Ay, el buen tiempo…