Principios activos

Prospecto

En los prospectos de los medicamentos habita el mundo. Por eso los médicos tienen a la vida y a la muerte tan cerca, con el vademécum como biblia que siempre marcha con ellos, valga la redundancia. Sabemos lo que hay, lo que conviene y lo que no conviene, las reacciones adversas de nuestro acto de ingerir, engullir o asimilar y las dosis exactas de lo que tenemos que hacer.

Fiel a mis costumbres, quedo siempre obnubilado por la lectura de estos prospectos (aunque reconozco que las traseras de los envases del gel y el champú también me ponen). Esta es -tan sólo- una pequeña parcela de este ancho mundo.

Hay sustancias que bloquean alfa-adrenorreceptores periféricos. Por si fuera poco, incrementan el recambio de noradrenalia en el cerebro con una escasa actividad anticolinérgica. Otras aumentan la neurotransmisión noradrenérgica central. Esto, en principio, no me interesó mucho -casi me deprimí un poco-, pero luego me enteré que lo hace bloqueando los receptores 2 presinápticos. Entonces me quedé mucho más tranquilo.

Como en la guerra, todo medicamento tiene unas acciones colaterales. Sé, porque soy muy macho, que a mi la galactorrea ni me va ni me viene, pero estoy más que atento a las discrasias y exantemas. Es más: de tanto leer, se me está quedando la boca seca. Será la recaptación de serotonina. 

La lectura ha cesado y, con ella, llegó la calma. Ahora me estoy quedando dormido. Hasta mañana. Si Dios quiere.

 

4 comentarios en “Principios activos”

  1. ¿y no te ha dicho nunca el médico que para qué te lo lees?

    -Oiga, que aquí pone que puedo sufrir una parada cardio respiratoria,

    -Sólo uno de cada diez mil habitantes

    -¿Cómo sabe que yo no soy ese uno?

    -Tómeselo para averiguarlo

    (me reconozco adicta a leer cualquier pijadilla para pasar el tiempo en situaciones anodinas)

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