Pues sí, vas por ahí y te saludan. Y tú te preguntas: ¿Quién es este? Y entonces, tienes prosopagnosia. El cerebro tiene unos cablecitos, y los cables se cruzan. Es un decir. Una metáfora. Pero no tan disparatada como el caso de que alguien confunda a su mujer con un sombrero, como ocurre en el delicioso libro de Oliver Sacks (véase la entrevista con Punset sobre el poder de la mente). Confundir a la mujer con un sombrero es prosopagnosia, y confundirla con un florero es una asquerosa imagen machista. También pueden, simplemente, no fijarse en su rostro. Eso es leer el Marca. El cerebro, la memoria, es lo que tienen. Que vas por ahí. Te saludan. Y tú preguntas. ¿Qué es la prosopagnosia? Y te dicen: «Prosopagnosia eres tú». Y tienes los ojos azules y la mirada azul. Y unos cables en el cerebro. Y una interferencia. Es lo que tienen los sombreros.
(Imagen de Laluchi)
Qué buena y graciosa reflexión.
He de reconocer que no conocía el palabro, pero sí su efecto. Anda que no he saludo yo a gente que mis cables neuronales han borrado…
Por cierto, ¿qué decías de un sombrero?
Siempre los chinos me han parecido todos iguales… la prosopagnosia podría llegar a explicar muchos casos de infidelidad… "le prometo que yo creí que me acostaba con mi marido"…
Me ha gustado mucho la entrevista de Punset, qué curioso lo que dice Sacks de los helechos. Son unas plantas que a mi me han fascinado siempre. El caserio de mi infancia estaba profusamente decorado con jarrones llenos de helechos.
Qué curiosa esa palabra "prosopagnosia" y ese trastorno mental. Ya he aprendido algo mas. Gracias, Raúl. Besotes, M.
Lo de los vascos y el pisapapeles no lo pillo
El resto me ha encantado, prosopagnosia inclusive.
Las Redes atraen…
O no me quiero acordar… Como decian "Los toreros muertos": "Deja ya de joder, yo no me llamo Javier".