Sigo dándole vueltas a la suerte, aunque quizá la suerte sea un concepto al que no hay que darle tantas vueltas como al bombo de la lotería. La lotería también es suerte, pero es cierto que tienes que comprar un décimo. A mí es prácticamente imposible que me toque, porque no compro. También cabe la posibilidad de encontrarme un décimo perdido en la calle. Cogerlo. Y mirar si me ha tocado. Aún así, sería difícil que me tocase, porque no miro los resultados. Es decir, que puede que haya tenido mucha más suerte de la que creo en mi vida. Pero así son las loterías y los sorteos. Quizás la suerte sea otra cosa, pero yo no sé lo que es. No toco madera, no llevo patas de conejo, no cruzo los dedos y creo que los tréboles de cuatro hojas no existen. Aún así, quiero tener suerte. Y pruebo las cosas en las que confío. Por eso, hoy he entrado en Google y, he tecleado «voy a tener suerte» y, posteriormente he pulsado el botón de Voy a tener suerte. Bueno, no. Antes, me he dado cuenta de unas cuantas cosas. La primera, que existe la posibilidad de una búsqueda avanzada: «con todas las palabras», «con la frase exacta, con alguna de las palabras»… incluso con la posibilidad de excluir también alguna palabra (¡qué ganas le entran a uno de poner nombres de persona…¡). Luego también se puede escoger el idioma y la región. Yo, por error y debido a la ansiedad, he leído religión, y me he empezado a crear una ensoñación en torno a la suerte y los yidis. Al final, he creído mucho más prudente no acotar la suerte a un terreno y una lengua, no sea que tener suerte sea un término que sólo se conjugue en suajili. Ni siquiera he entrado en el menú Preferencias. Igual pedir preferencias a la suerte es mucho pedir. Bueno, que me he enrollo. Que le he dado al botón. Que sí, que voy a tener suerte. Pero, al final, la suerte no se encuentra ni gugleando. Que, como todo el mundo sabe, es un término que significa algo así como hacer burbujas. Pero con la vida.
Lo dicho y prometido: Chipirón ha vuelto… como podéis tener ocasión de comprobar en una nueva entrada.
Alberto, en efecto, una gran sorpresa. Y un auténtico honor que espero no defraudar. Muchas gracias y un abrazo.
¿Hoy es dia del blog? ¿Tenemos un dia de San Blog? Ahora me entero. Referente a tu post, tambien echo de menos a Chipirón… Besotes, M.
¡Feliz día del blog 2008!
Saludos. Tienes una sorpresa.
Bipo, Chipirón ha estado escondida un tiempo. Curiosamente, me ha regalado una avalancha de correos que me está costando digerir. Los resultados, en una entrada muy muy próxima… No es casualidad: estamos en la entrada número 250 de Verba volant. La tía está en todo.
Raúl… ¿ande se ha metío Chipirón? Me preocupa que la hayan pescado en alta mar y esté en una latita de conserva… Snif.
Por favor, informa si sigue viva
pero qué complicado es esto de los idiomas…, respetando muy mucho, cuánto se agradecería una misma lengua para todos….